sábado, 28 de abril de 2012

En memoria de Raul Sendic




Adhesión al homenaje en memoria de Raúl Sendic realizado en la plaza de La Teja que lleva su nombre.

28 de abril del 2012.
Compañeras y compañeros de UTAA:
                                                             Nos decían que éramos todos iguales por estar vestidos de blancas túnicas, nos enseñaban a idolatrar al prócer don José Gervasio Artigas, Padre de la Patria Uruguaya y desfilábamos a golpe de piano cantando  “el padre nuestro Artigas”. ¡Cuántas frases célebres había dicho! Y después, no se sabía bien porqué, misteriosamente, incomprensiblemente, se había ido al Paraguay con la sola compañía de su cebador de mate, el buenazo de Ansina, donde murió más solo que el uno. ¡Pobre padre Artigas!
                                                              Poco más tarde, en otras aulas, nos ayudaron a correr los velos conque Eduardo Acevedo y Juan Manuel Blanes habían hecho de José Artigas un ícono de la historia falsificada. Descubrimos que debajo del héroe de bronce había un héroe de carne y hueso, otro Artigas, despeinado y sin entorchados, que ni siquiera se llamaba Gervasio, protagonista de una revolución agraria que expropió las tierras de los malos españoles y peores americanos y que las repartió entre los gauchos como Encarnación Benítez, las familias de los pueblos originarios y los negros y zambos libres.  
                                                              Descubrimos que Artigas no se había autoexiliado por puro capricho, sino que fue derrotado por sus propios compañeros pasados a las filas de los grandes propietarios y del imperio brasilero.  Que Artigas nunca imaginó una banda oriental aparte de las provincias hermanas del Río de la Plata  y sintió como una traición el micro-Estado Tapón inventado por la diplomacia británica. Había una revolución agraria oculta por los himnos patrioteros:  no fue por casualidad que todo un pueblo marchara en el éxodo, que Artigas nunca quiso regresar a Montevideo, fortaleza del sistema oligárquico contra el cual había luchado.
                                                              Debieron pasar ciento cincuenta años del grito que una tropa artiguista dió en Asencio para que la vieja demanda de tierra para trabajar alumbrara nuevamente la lucha social en las orillas del río Uruguay. Los pueblos de Constitución y de Bella Unión retomaron la bandera del artiguismo bajo la cual nació la guerrilla urbana en 1963, en el apoyo a los trabajadores de la caña de azúcar, organizado por en estos barrios obreros del oeste montevideano. Cuando los luchadores estaban siendo reprimidos y los baleados por la policía ensangrentaron las avenidas, Raúl Sendic fue el primer guerrillero clandestino del recién nacido Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros).  
                                                               Raúl Sendic entendía que sus actitudes políticas eran una escuela de luchadores y revolucionarios sociales, por eso nunca claudicó frente a los poderosos ni rindió sus principios al enemigo y por eso, tres meses antes de morir, fue solidario con los revolucionarios argentinos que ocuparon el cuartel de La Tablada y que, en plena y enmudecida democracia, fueron torturados, asesinados y desaparecidos. En la democracia recortada que dejó la dictadura, la principal preocupación de Raúl Sendic fue la forja de columnas humanas para construir una sociedad socialista  y por eso fue un convencido difusor del  cooperativismo para educar en la lucha social y no de las cooperativas para producir pichones de empresarios.  Porque jamás transó con el capital extranjero ni renegó de la reforma agraria, en 1987 levantó nuevamente el programa popular: expropiar sin indemnización las propiedades mayores a 2.500 hectáreas y tomar el control de la economía nacional dejando de pagar la deuda externa y estatizando la banca privada.
                                                              Sin embargo, al igual que los que renegaron del artiguismo fabricaron un Artigas que los justificara, hoy se quiere recubrir de bronce al revolucionario que fue Raúl Sendic. Intentan que las generaciones venideras aprendan otra falsa historia, la de un Sendic sin ideología revolucionaria, un paisano bonachón capaz de abrazarse con las culebras y de entregar a los capitales extranjeros el patrimonio del pueblo uruguayo. Intentan fabricar un falso Raúl Sendic que justifique la saña conque se persigue a Ney Thedy y el espíritu reaccionario con que quiere pintar de amarillo al movimiento sindical. En definitiva necesitan otro busto de bronce para encubrir las vergüenzas de esos viejos guerrilleros incoporados al mismo sistema que torturó, violó, asesinó y desapareció a centenares de mujeres y hombres por el delito de querer cambiar el mundo.
                                                             Así como el revolucionario agrario José Artigas reapareció en la lucha del abajo que se movía en los ’60, hoy el pensamiento revolucionario de Raúl Sendic sigue vivo en cada “peludo” que lucha por la tierra, en cada trabajador que no resigna los principios de clase y en cada joven que lucha por Juicio y Castigo a los culpables. El revolucionario Raúl Sendic está vivo en la lucha de los estudiantes chilenos y de los pobladores de Aysén, en la rebelión de los asalariados griegos y españoles. Está vivo en este siglo XXI del capitalismo que no puede reacomodarse y de una nueva aurora que anuncia más lucha por emancipación social.
Arriba los que luchan.
Patria para todos o para nadie
Veronika Engler

lunes, 16 de abril de 2012

Catarsis de un gil

La traición de Judas Iscariote "AL ACTO DE LA TRAICIÓN ES UNO DE LOS MAS SANCIONABLES DEL SER HUMANO. LA TRAICIÓN HIERE DE MUERTE A TODOS LOS VALORES, PRINCIPIOS Y CONVICCIONES, EN LA QUE SE FUNDA LA EXISTENCIA DEL HOMBRE"

 por Jorge Zabalza



En el suculento y bien regado almuerzo de ADM, el ministro de defensa Fernández opinó que la doctrina del perdón “está basada, entre otras cosas, en lo que decía ese flaco que lo crucificaron por gil, creo yo que por gil, en el Gólgota, que lo que se pasó predicando fue perdonar”.

Creo que Jesús corrió el riesgo de que lo bauticen “gil”, como hizo Fernández,  por su actitud de afrontar mil sacrificios por la causa que creía justa, de sufrir la tortura en silencio, sin negociar con los mercaderes y los romanos, sin desdecirse de sus creencias y porque, finalmente, se hizo crucificar por sus ideas. Como todavía no han creado la academia “oficial” del lunfardo, me permito esa libre interpretación del calificativo “gil”, lo percibo en oposición al término “vivo”, individuo sin escrúpulos, que no se aferra a los principios ni a su causa  con tal de escalar la pirámide, competencia en la cual es capaz de negociar con el diablo y de vender a sus hermanos.

El 14 de abril de 1972, poco después de las 14 horas, la casa de Amazonas 1440 fue allanada por el “Departamento 5” al mando de Campos Hermida y el Batallón de Infantería No 1 al mando del Capitán Calcagno, policías y soldados coordinados por Víctor Castiglioni. Para aterrorizar a los que estaban adentro, las tropas hicieron fuego sin decir agua va con una ametralladora punto 30. En la casa no había armas,pues estaba preparada para pasar un allanamiento. Campos Hermida barrió de una ráfaga a Luis Martirena en la puerta y, momentos después, Castiglioni asesinó de un tiro en la cara a Ivette Martirena. En el altillo cuya entrada estaba oculta en el techo de un placard, estaban David Cámpora y Eleuterio Fernández; éste último recibió tres tiros de una ráfaga disparada al azar, contra techo y paredes, por la horda descontrolada. Cámpora relató la historia al periodista González Bemejo en 1983 y veinte años más tarde amplió su testimonio ante la justicia penal. Ello me exime de abundar sobre hechos que son harto conocidos, apenas tengo la intención de sacar alguna conclusión relativa al término “gil” con que Fernández bautizó al flaco Jesús.

Fernández podía haber gritado “soy el Ñato y no me entrego”, como lo hicieron  Ernesto Guevara, Camilo Torres, Mario Santucho, Miguel Enríquez y Raúl Sendic. Como lo hicieron cientos de mujeres y hombres en este continente azotado en los ‘70 por el terrorismo de Estado.  En cambio eligió salvar el pellejo, pedir por el juez Echeverría y por “Campitos”, aunque no podía saber a ciencia cierta si se lo iban a respetar. Desde Barcelona, Perico me dice que a nadie se le puede exigir que sea un héroe, pero también es cierto que hoy recordaríamos a Fernández con la reverencia que recordamos a aquellos y aquellas que supieron enfrentar la muerte sin pedir perdón. Lástima que no lo hizo. No se ve a sí mismo en la cruz. Nadie puede exigir a nadie que sea un héroe, pero si alguien asume el papel de dirigente de una revolución armada, puede esperarse que escupa en la cara de quienes le proponen “rendición incondicional o muerte”. Ese 14 de abril fue el cruce caminos que definió a Fernández, ese día hizo la opción que determinó el resto de su vida. La continuó desarrollando poco más tarde, al proponer la rendición incondicional del MLN(T) en el Batallón Florida. Cada vez que se mira al espejo o cada noche que lo desvelan los gritos de Ivette y Luis, se vé a sí mismo negando tres veces a Jesús de Nazareth, Espartaco, Tupac Amarú y Ernesto Guevara.
Aunque muchos Espartaco se alzaron contra los amos la esclavitud no desapareció;  aunque muchos Jesús se hicieron crucificar los mercaderes siguen dueños del templo, aunque muchos Ché Guevara se hicieron matar en sus Ñancahuazú el capitalismo prosigue su historia de violencia, desanima al más pintado... si es tan difícil cambiar las cosas, ¿para qué hacerse torturar entonces?. Nada “gil”, con proverbial “viveza criolla” Fernández aconsejaba “no te hagas matar” al oído de los compañeros que trasladaban de Punta Rieles a los cuarteles para una sesión de torturas. El 14 de abril de 1972 del “no te hagas matar por la revolución” es clave para decodificar la actuación política pública del Fernández que salió de la cárcel en 1985.  
Por otra parte, ha perdonado a sus enemigos, cae en lo mismo que le critica a Jesucristo. Ha incurrido en el delito de olvidar, un delito permanente que continúa  cometiendo día a día con los caídos en Pando y con el resto de los asesinados y desaparecidos. Eliminarlos de su discurso es la forma de hacerlos desaparecer de su memoria, nunca más reclamar por justicia para Ivette y Luis, nunca más exigir juicio y castigo para Calcagno, es el único medio de perdonar su propia inconsecuencia.  También olvida a los compañeros asesinados en esta democracia recortada: a Ronald Scarzella, de cuya fraternidad y hospitalidad tantas veces disfrutó; a Fernando Morroni y Rocerto Facal, asesinados por la policía en Jacinto Vera, cuando concurrieron a una manifestación convocada desde los micrófonos de CX 44 por el propio Fernández. ¿Porqué no ordenan investigar a fondo esos asesinatos? ¿Cómo hace para sobrevivir con semejante cargo de conciencia? ¿Cómo no se le ocurre investigar en los archivos de la tortura? ¿En aras de que estrategia política perdona y olvida?
Ustedes perdonen esta reacción políticamente tan poco correcta, pero este 14 de abril de 2012, al releer los testimonios de David sobre como asesinaron a Ivette y Luis no pude evitar la bronca. No perdonen, por el contrario, a los salvajes criminales que aterrorizaron a un pueblo, torturaron a miles y asesinaron y desaparecieron a cientos.
Abrazos
Tambero

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Del archivo:

sábado 16 de julio de 2011 (en Blog Capturavidas)


Se cerró el círculo

EDITORIAL.

MARTHA PASSEGGI.
       reportera-gráfica.
Un largo proceso sobre el tema Derechos Humanos, de la pasada dictadura en nuestro país, culminará el 1 de  noviembre indefectiblemente.

Sin que haya ninguna señal de modificar los plazos de prescripción por los crímenes cometidos en el período del Terrorismo de estado.

No han sido pocas las intensas luchas llevadas adelante por buena parte de la ciudadanía; conscientes de este -genocidio generacional-, que nos marcó para siempre a nuestra sociedad.  Y a  nuestra generación esencialmente.

Generación del 70, llamada a protagonizar  una de las gestas más sangrientas contra la llamada “guerra fría”. Un enorme caudal de mujeres y hombres muy jóvenes, casi adolescentes ingresamos a las “filas” de una de las organizaciones que harían historia, no sólo en nuestro suelo.

Fuimos las bases tupamaras, que con nuestra entrega –grandes quijotes- lo dimos todo a cambio de una sociedad mejor.

Fuimos las bases tupamaras que resistimos como pudimos en las salas de torturas, tan solo con nuestros sueños y nuestra confianza en quienes nos dirigían.

Fuimos las bases tupamaras que se las ingeniaron para dar cobijo a quienes perseguían en aquellas horrendas noches de desolación.

Fuimos las bases tupamaras que convertimos el miedo en lucha, el terror en rebelión.

Fuimos las bases tupamaras que mantuvimos la resistencia durante años a pesar de la derrota.

Fuimos las bases tupamaras que albergamos los sueños de la vuelta de la reorganización al fin del proceso.

Fuimos las bases tupamaras que supimos esperar … para estar todos juntos nuevamente y seguir el camino trazado.

Fuimos las bases tupamaras que buscamos a nuestros compañeros desaparecidos.

Fuimos las bases tupamaras que sembramos  el camino de la memoria.

Otras bases de otras organizaciones del pasado habrán hecho lo mismo seguramente y les pedirán  a su dirigencias también que rindan cuentas de la actuación de todo este largo proceso.

Nuestra voz no será olvido.

Porque hemos sembrado  “la pradera” de simientes que surgirán nacientes al final del camino
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Se cierra el círculo.

Fernández Huidobro ex guerrillero, ex dirigente de la organización MLN-T,

ex ideólogo, junto a otros que sí pasaron a la inmortalidad con dignidad, asumirá a tan solo 4 meses de caducar el plazo para las prescripciones

al: Ministerio de Defensa.

Institución que abarca a las fuerzas armadas y que esperan con suma expectativa el arribo de este personaje.

Pero también desde la oposición aguardan con entusiasmo su mandato.
Dicen que le abren una “carta de crédito”… "Es un hombre que hace muchos años está vinculado a los temas de Defensa y militares, y sin duda conoce la interna militar,

Huidobro interrogado por el diario LA REPÚBLICA expresó: que él es "un soldado, obedezco y estoy a la orden" esas fueron sus palabras referidas a su inminente pedido de asunción al cargo, efectuado por el otro responsable dirigente de la antigua organización MLN-T. Hoy presidente José Mujica, que expresó: “que debía apelar a alguien de la "vieja guardia" para ocupar ese cargo y que conozca los vaivenes políticos”
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Un breve repaso:
Hace muchos años Hugo Cores y Eleuterio Fernández Huidobro cruzaron opiniones sobre la extradición de tres militares uruguayos a Chile.

Nos referimos a los ya sentenciados: Tomás Casella, Eduardo Radaelli y Wellington Sarli.
Estos militares estaban involucrados en el secuestro y asesinato del genocida chileno Eugenio Berríos, ocultado en nuestro
país para evitar que declarara por el asesinato de Orlando Letelier.

En aquel debate Hugo Cores argumentaba largamente a favor de la extradición. Eleuterio Fernández Huidobro, en contra.

Huidobro decía; que la extradición sería una revancha, un acto de ensañamiento por tratarse de militares,  un plan cóndor al revés y que los oficiales acusados serían "presos políticos".

El pasado que vuelve…
Antonio Viana entró al MLN en 1966, fue trasladado clandestinamente desde Buenos Aires en un vuelo comercial de Pluna en 1974 y es uno de los principales testigos en varias causas del Plan Cóndor,
¿Cuándo fue la primera vez que cayó?

La primera vez que caí fue en el batallón Florida, una operación engaño, porque se me acusó de haber robado unos candelabros de plata de la Iglesia de Rocha. El robo quedó aclarado, apareció el responsable.

Después fui detenido en el año 1972, en el cuartel de infantería número 12 (En Rocha) y soy interrogado y torturado.

Ese mismo año caí en Montevideo, en el Batallón Florida, y ahí es cuando conozco a (Carlos) Calcagno, porque él torturaba ahí.
Me torturaba a mí en julio de 1972 y mientras salía con el senador Fernández Huidobro a hacer contactos en la calle, con una pistola a disposición de Fernández Huidobro en la guantera de un Wolsvagen que tenía Calcagno. Decían que se había suspendido la tortura, con la tregua famosa pero a mí me seguían torturando. ----------------

Año 2011.

-Abogados de Dalmao piden liberación tras afirmaciones del senador; Fernández Huidobro quien aseguró que el general es inocente.-

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DOSSIER PARA RECORDAR:
LA LEY DE CADUCIDAD
POSICION DEL SENADOR ELEUTERIO FERNANDEZ HUIDOBRO

En el periódico “El Observador” del 11 de agosto de 2001 se publica el artículo que a continuación se transcribe:

Su contenido es muy claro y no necesita comentarios, sí la salvedad, de que dicho Senador a través del tiempo y las circunstancias y sin importarle sus costos políticos personales, ha mantenido su pensamiento y su palabra, hecho poco común en los políticos frenteamplistas.
Tte. Cnel. José N. Gavazzo Prisionero Político….

ELEUTERIO FERNÁNDEZ HUIDOBRO:
El ex guerrillero tupamaro y actual senador Eleuterio Fernández Huidobro consideró que los militares no deben recibir castigo por la violación a los derechos humanos cometidos durante la dictadura porque el pueblo ratificó la ley de Caducidad de la pretensión punitiva del Estado. "Yo tengo que aceptar el veredicto popular", dijo el legislador frenteamplista,

En el programa Agenda Confidencial de canal 12, el tupamaro dijo que "existen sectores que quieren justicia además de verdad" en relación al tema de los desaparecidos. "Quieren castigar a los culpables de las violaciones de derechos humanos", dijo el legislador, y agregó: "Yo no lo acepto".

Fernández Huidobro dijo:
que los tupamaros ya asumieron su cuota parte de responsabilidad en los hechos ocurridos en el pasado. "Hemos pedido disculpas por todos los errores cometidos, por todas las actitudes nuestras que hayan lesionado innecesariamente", afirmó.
 
Colectivo Blog Noticias Uruguayas

jueves, 12 de abril de 2012

Necios paralelismo

12 de abril de 2012
>>> por Jorge Zabalza 

 1964. 8 de setiembre. Una vez fracasada la invasión de Bahía Cochinos,
pergeñada por la CIA y los “gusanos” con el beneplacito del presidente
J.F. Kennedy, el gobierno de los EEUU dió directivas a la Organización
de Estados Americanos (OEA), su organismo diplomático para América
Latina, recomendara a  sus miembros romper relaciones con la Cuba
Revolucionaria. El objetivo evidente era aislarla en el contexto
latinoamericano y presionarla para que se apartara de la URSS.  El
gobierno de México fue el único con la dignidad suficiente para
reafirmar la autodeterminación de los pueblos como principio para las
relaciones internacionales. El Partido Nacional, que se vanagloriaba
de haber impedido en el pasado la instalación de bases militares
yanquis en territorio uruguayo, tiró por la borda su orgullo y echó
rodilla en tierra para subordinarse a la voluntad del gobierno
imperial. El movimiento popular, por el contrario, reaccionó indignado
ante la claudicación de los gobernantes y manifestó de varias maneras
su solidaridad con el pueblo cubano.  Los estudiantes universitarios
llenaron la Avenida 18 de Julio  y, para indicar el carácter pacífico
de la protesta, hicieron una “sentada” frente a la explanada de la
Universidad. Los caballos del Regimiento No. 6 de Caballería
atripellaron a miles de personas, muchos heridos, más detenidos, los
que pudieron corrieron a encerrarse en el edificio central de la
Universidad. Una ocupación forzada. Esa noche, el ministro del
interior Adolfo Tejera subió al techo del café Sportman (18 de Julio
esquina Tristán Narvaja) y con un megáfono conminó a “desalojar
pacíficamente” la Universidad  o, en caso de negativa, un grupo de
choque tomaría el edificio por asalto. Los ocupantes hicieron una
asamblea donde, en función de posturas ideológicas, unos planteaban
abandonar el edificio y los otros queríamos seguir resistiendo.



1964. 12 de setiembre.  Se produjo el desalojo “acordado” y a casi
todos los cuatrocientos ocupantes se les tomó las huellas digitales  y
los datos personales. Algunos permanecimos escondidos  hasta que los
“tiras” se fueron. Cuarenta y tres personas que no pudieron acreditar
su condición de estudiantes fueron detenidos y posteriormente dejados
en libertad desde jefatura. El objetivo del ministro Tejera era doble,
por un lado, identifcar a “quienes estaban detrás de los desmanes” y,
por el otro, disuadir y amedrentar, dar mucho palo para que los
estudiantes supieran cuán fuerte y largo es el brazo de la ley. Sin
embargo, la casi totalidad de los que ocuparon la Universidad aquella
primavera del ’64, se metieron de lleno en la lucha revolucionaria
desencadenada a partir de 1968. Se reencontraron en las salas de
tortura y en las cárceles del pachecato y la dictadura; muchos de
ellos, demasiados por supuesto, fueron asesinados y forzosamente
desaparecidos. Tal vez Adolfo Tejera amedrentó a algunos pocos  pero,
por el contrario, a la inmensa mayoría nos radicalizó y definió por la
Revolución. Fue un verdadero tiro por la culata.
Esa tarde el compañero Mario García Incháustegui,  embajador cubano en
Uruguay, expulsado, subió al avión que lo llevaría a la isla de José
Martí. Una multitud se concentró en la doble avenida del Aeropuerto de
Carrasco. La Guardia Republicana  reprimió a sable limpio la
manifestación. Más heridos, más detenidos, de la “Suiza de América”
sólo quedaban los restos.

El abajo que se desperezaba...

Por muy civilizado que fuera el discurso y la bien trajeada apariencia
de los gobernantes de la Unión Blanca Democrática (UBD),  cada tanto
les salía la fiera del alma y sacaban policía y ejército a la calle.
Por dos veces, en 1963 y 1965, impusieron medidas prontas de seguridad
contra los que ponían palos en la rueda de su política económica,
signada por la primer carta de intención firmada con el FMI. La
intensificación del autoritarismo no amilanó  a los asalariados, que
en ese 1964 de la ruptura con Cuba, organizaron su Convención Nacional
de Trabajadores (CNT), convocaron el Congreso del Pueblo para definir
el programa popular y el 6 de abril de 1965 estuvieron en condiciones
de concretar el primer paro general organizado pro la novel central
sindical.
La violencia policial contra quienes protestaban por la expulsión del
embajador cubano podía parecer desproporcionada pero, en realidad, al
reprimir a los manifestantes, el gobierno estaba peleando con un
temido fantasma, la posibilidad remota de una insurrección popular
como la que derrotó la tiranía de Batista en Cuba. Reprimían más lo
que imaginaban que lo que ocurría delante de sus ojos. Insuficientes
para sostener la vía pacífica de dominación, los amortiguadores
batllistas empezaron a crujir y a dejar entrever que, en el fondo, la
función natural de la democracia burguesa es asegurar libertades y
derechos de unos pocos negando derechos y libertades a las grandes
mayorías populares.

El error de estrategia.

Cinco años antes que Jorge Pacheco Areco emprendiera su escalada de
violencia, el gobierno del Partido Nacional dejó de utilizar los
espacios de negociación (el ministerio de trabajo y el parlamento), y
recurrió cada vez con más frecuencia a la jefatura de policía y los
cuarteles del interior, al echar mano a los uniformados, las balas de
goma y las medidas de seguridad estaban caminando el camino del
infierno. Cuando se opta por la represión se está eligiendo el camino
que, más tarde o más temprano, desemboca en el terrorismo de Estado,
tal vez no fueran conscientes,  pero lo real es que el Partido
Nacional encendió el motor de arranque.
Es imposible  evitar que las desocupaciones violentas y los chorros de
agua no enseñen a deletrear el abecedario de la resistencia. Al atacar
con denuedo a “los que están detrás del asunto”, suponiendo que esos
malvados llevaran del cabresto al resto, inocentes que no saben lo que
hacen, todo lo que se mueve socialmente se vuelve sospechoso y todo es
objeto de persecución. El muro de “carachatas” uniformados,
disfrazados de marcianos, disparando gases lacrimógenos y “munición no
letal” fue  el instrumento más eficaz para crear la bronca y avivar la
comprensión política de los golpeados, maltratados y encarcelados.
La responsabilidad por el terrorismo de Estado es extensiva a los
gobiernos previos al pachequismo,  que cometieron el error garrafal de
dar palos para desalentar revoluciones.  No habían leído a Bertold
Brecht  y empezaron por reprimir a unos, después a otros y finalmente
desde 1973 no dejaron títere con cabeza. En lugar de desalentar la
lucha, la represión provoca bronca y movilizaciones en repudio.
Desde la expropiación de los fusiles del Tiro Suizo en 1963, Raúl
Sendic había pasado a luchar desde la clandestinad, pero la gente
seguía creyendo que elecciones y parlamento eran instituciones
válidas, que votando cada cuatro años podía cambiar su condición
social. Más allá de los avances en organización y en definiciones
políticas que se lograron entre 1963 y 1968, el MLN (T) no dejaba de
ser un grupo muy pequeño. El crecimiento de los movimientos
guerrilleros y del MLN (T) en particular, vino de la mano de la
masividad de la represión pachequista que castigaba a todos para
perseguir a unos pocos, el régimen de Pacheco  creó el clima propicio
al desarrollo de la conciencia revolucionaria al poner punto final al
Uruguay Batllista. La bestialidad de los represores es la mejor
propaganda revolucionaria.


El país del olvido y el perdón.
El semanario BÚSQUEDA (No.1656 del 29 de marzo del 2012) informó sobre
la ocupación del Liceo No. 70 por los padres, profesores y
estudiantes. No reclamaban nada fuera de lugar, apenas algo mejor que
contenedores como salones de clase y que se arreglaran los baños. El
gobierno renunció a la paciencia y mandó un comisario a “negociar”.
“El desalojo del liceo se produjo en forma pacífica luego de que un
comisario ingresara la lugar y comunicara a los ocupantes que si no
salían ingresaría un grupo de choque”. Cuesta  entender que se
califique de “pacífica” una desocupación realizada bajo amenaza de
intervención por un grupo de choque policial.
Más adelante continúa BÚSQUEDA:  “Disparando ‘munición no letal’ la
policía desalojó a los manifestantes golpeando a varios de ellos con
palos. Además de tres camiones había motos Puma en las inmediaciones y
una tanqueta blindada rusa que la policía adquirió recientemente para
emplear en operaciones tácticas. Es igual a los vehículos que las
fuerzas especiales brasileñas usan para ingresar a las favelas”
El ministro de todas los policías, Eduardo Bonomi, afirmó a través de
los informativos televisados que “no hubo mucha represión”, expresión
que admite que se reprimió en los accesos a Montevideo. Para Bonomi
fue una especie de “operación quirúrgica”, aséptica y con bisturí,
como las de la fuerza aérea estadounidense, pero sus balas de goma, de
90 gramos de peso, pueden lastimar y hasta sacarle un ojo a la
víctima. Por las dudas a la vuelta de la esquina apostaron la
“pesada”... cualquier observador desprevenido  puede pensar que el
ministerio del interio se sale de la vaina por dar palos.
Se podía haber hecho un esfuerzo mayor para encontrar un camino de
salida que evitara la acción policial,  podían haber concurrido
parlamentarios (¿para qué sirven si no es para eso?), al viceministro
de Educación y Cultura o, incluso al ministro Erlich, si se quería
poner todos los medios al servicio del diálogo. No se hizo así y  se
prefirió enviar un comisario antes que agotar el diálogo con los
padres y trabajadores. Se los ignoró porque el presidente supuso que
“alguien” estaba detrás del reclamo, no podía creer que sus vecinos
del Cerro, que lo votaron a él, se cansaran de ver las condiciones en
que sus hijos están obligados a estudiar y le pusieran un palo en la
rueda. En realidad, para dejarlos conformes bastaría con asignar un
millón de dólares más por día a la educación... aunque para ello
hubiera que quitárselos a esas fuerzas armadas culpables de tantos
crímenes. Por supuesto el progresismo rechaza de plano posibilidades
tan concretas -¡que sería de un gobierno sin milicos! – y por eso,
para resolver el problema de la educación el presidente puso toda su
carne en el asador del acuerdo “multipartidario”...  que no se sabe
muy bien para qué diablos servirá, pero que el gobierno lo exhibe como
un triunfo.
Se enorgullece de su espíritu abierto al diálogo y la negociación y
en ese sentido exhibe varios éxitos rotundos, como el acuerdo con los
intendentes blancos y colorados para aprobar la ley de patente única
de rodados.  ¡Cuán paciente fue el presidente con los generales que se
resistían a concurrir al parlamento el 21 de marzo para cumplir con la
condena impuesta por la Corte Interamericana! La imagen es que se
dialoga con todos y con todas, con los empresarios argentinos, con el
asesino de Nybia Sabalzagaray... hasta con las “damas de blanco” se
dialoga. Sin embargo, está claro que Mujica tiene serias dificultades
entablar el diálogo con Ney Thedy, el “peludo” de la generación de
Raúl Sendic. Aunque gusta exhibir su veta humanista con los pobres
“viejitos” presos por asesinar, desaparecer y torturar, no ha mostrado
el mismo talante hacia el  veterano colono de 70 años a quien expulsó
de la tierra con cien coraceros. Sufre de asimetrismo,  está
predispuesto a dialogar con la derecha y con el arriba pero algo en su
cabeza le impide hacerlo hacia abajo y a la izquierda.
Se puede percibir que el gobierno es proclive a usar la fuerza
policial. ¿El gobierno de Mujica opta por la coerción y la represión a
quienes reclaman por sus derechos? No, no puede ser, nadie puede
creerlo, es puro subjetivismo de los “radicales”, pero sin embargo
¿para qué están comprando armas, blindados y otros chiches?, ¿quién
podía creer que Mujica atacara a la jueza Mariana Motta que está
comprometida con la verdad y la justicia?. La intensidad de la
violencia represiva no puede graduarse, no hay mucha o poca
represión... es represión nomás, como no hay tortura leve o dura, es
tortura a secas. Si el presidente continúa recurriendo al aparato
represivo para quitar los palos de su rueda, se irá diluyendo la
imagen de guerrillero que puso su vida en juego por las clases
populares y  la gente entrará a darse cuenta del contenido real de su
proyecto político, habrá más desengaño y más decepción, se
multiplicarán los indignados con las actitudes del gobierno y... las
consecuencias no será obra de una conspiración de la “izquierda
infantil” sino de las propias incoherencias y contradicciones del
gobierno. Al parecer está emprendiendo el mismo camino que tomaron los
gobiernos y los partidos políticos en los años previos al
autoritarismo ilegítimo de Jorge Pacheco Areco. Es mucha
responsabilidad la que está asumiendo este elenco de ex-guerrilleros
devenidos gobernantes en el Uruguay.
Por supuesto que estos paralelismos son necios... pero, la realidad es
dura  A pesar de que se dió cumplimiento a la sentencia internacional,
se está construyendo el país del olvido y el perdón, se abren espacios
a las cada vez más frecuentes apariciones públicas de los altos mandos
dando su visión y sus opiniones reaccionarias. No me hagan caso, es
todo puro subjetivismo, rencor y envidia.