jueves, 28 de abril de 2011

Cartón ligador

29 de abril de 2011
Jorge Zabalza






En octubre del 2007, hace apenas cuatro años, el periodista Federico Leitch publicó  “Cero a la izquierda”. En su página 179 aparecen algunos comentarios sobre las reuniones entre dirigentes del MLN(T)  y  un grupo de militares; se refiere, además, a la única de ellas en que  participé. Se vendieron 10.000 ejemplares de dicho libro y, por si ello  fuera poco, abundé sobre el tema en varias entrevistas de prensa. Se  puede  suponer, por consiguiente, que esas  informaciones son del dominio  público. No despertaron, sin embargo, ninguna reacción de  los  militares involucrados que todavía estaban en actividad. En cambio,  Fernández Huidobro y Luis Rosadilla negaron a los periodistas la  realización de esas reuniones. Aunque aclaró que sus tareas senaturiales  no le dejaban tiempo para leer el libro. Fernández Huidobro me trató de  “buchón” y a Leitch lo calificó como “agente policial”.   


Ahora, con los episodios “video con la intención de  amedrantar  al Presidente” y “documento donde se habla de tratativas realizadas en  1998 para hacer una declaración conjunta de algunos dirigentes del  MLN(T), la masonería, la Iglesia Católica y una logia militar”, la  cuestión ocupó las portadas de los infomativos. Desafiando mi opción por  mantenerme lejos de los medios, algunos periodistas se arrimaron a  Santa Catalina para entrevistarme: Jorge Traverso, Radio Carve y los  canales 4, 10, 12 y VTV.  Les dí mi opinión sobre lo publicado en el diario “El Observador”.


Esta  vez, por confesión de parte, la opinión pública se enteró que las  reuniones habían existido, que no eran producto del delirio de ningún  loco de la bolsa.  El secreto a voces dejó de ser negado por los protagonistas civiles y militares.


Después un breve tiroteo entre quienes compartimos la celda, Eduardo Radaelli fué entrevistado en la cárcel de Santiago  donde  cumple su condena por el secuestro del químico chileno Berríos, delito  que aún sigue impune para el Poder Judicial uruguayo en cuya  jurisdicción se cometió. Cuando Radaelli fue extraditado a Chile contó  con la defensa oficiosa de Huidobro. Dos días después, su camarada de  armas Walter Villanueva apareció en la tapa de “La República”, órgano  oficial del gobierno.


Radaelli  comienza por decir que participé en varias reuniones, pero Villanueva  fue más allá y recalca que fuí quién tomó la iniciativa para  promoverlas.


Reitero  mi versión del 2007, estuve solamente en una reunión. Quienes  convivíamos en el MLN(T) posdictadura saben perfectamente que no poseía  la “fuerza” en la interna como para ser el iniciador de este tipo de  acercamientos. Tampoco pasaban por allí las ideas que sostenía en el  debate en el Comité Central. Recuerdo haber planteado  mis dudas: estaba claro que el objetivo de ellos era neutralizar a la reserva ideológica  de  la revolución que contaba con mayor arraigo popular; lo que no estaba  nada claro, al menos para la mayoría de nosotros, era que quería el  movimiento con tales “conversaciones”. 


También dejaron caer  sus  dudas otros integrantes del Comité Central (Carlos Casares, Roberto  Villanueva, Washington Muniz, Mario De León y varios más), cada cual lo  hizo por cuenta propia, de manera independiente de los demás, en el MLN  (T) no se estilaba organizar tendencias. Es cierto que no fue una  oposición al estilo “patria o muerte”,ninguno dijo nos vamos si se  continúa así. En esos años el espíritu de cuerpo era muy fuerte, los  lazos emotivos oscurecían el análisis, éramos más hermanos que  compañeros políticos de la misma organización.  


Asumo  no haber dado con mayor claridad la batalla en los organismos de  dirección para impedir que continuaran las “conversaciones”. Lo asumo de  la misma manera que me siento responsable por las muertes de Pascasio  Baez  y de Roque Arteche, así como de todos los actos del MLN(T) entre 1963 y 1995, aunque no haya sido directamente  mi mano la que actuó.  Entre  esas responsabilidades está la de haber firmado la nota que un  compañero, cuyo nombre no podía salir en “Mate Amargo”, le hizo a un  “carapintada” refugiado en Uruguay. Así funciona la cabeza de los  hombres de un aparato partidario.


Nos fuimos yendo de a uno, cada cual por la suya, una especie de riego  por  goteo. Alejarse del espacio donde se desarrollaba toda nuestra  vida  de relación, nos permitió empezar ver las cosas con una luz distinta y  comprender las que no habíamos comprendido. Fué un proceso colectivo en  varias dimensiones, en los fenómenos de la conciencia hay un “click!” en  el que uno “se da cuenta” de hechos y relaciones que hasta ese momento  no percibía.


En  1997 algunos de los “idos” y otros que estaban “dentro”, publicamos el  “Colectivo Tupamaro” cuya circulación interna fue prohibida. En ella se  daba una opinión que rechazaba las relaciones con militares, opinión  que, en lo personal, fui afinando en sucesivos documentos, entrevistas y  artículos periodísticos. El rechazo fué mucho más explícito en el  folleto “La Revolución en el Uruguay hoy”, discutido por un par de  docenas de compañeros que habíamos pertenecido al MLN y que circuló en  el 2003.  Una vez desvirtuada la fraternidad, para nosotros  quedaban más que claros los vínculos entra las actuales conversaciones  con militares y las “negociaciones” del Batallón “Florida”. En el año  2005 escribí una carta pública a Fernández Huidobro, que fue firmada por  cincuenta compañeros tupamaros que compartían el  repudio a sus actitudes con relación a los militares.


No tengo ninguna duda:  el  juicio y castigo que merecen los criminales del terrorismo de Estado no  puede quedar sujeto a acuerdos entre tupamaros y militares de la logia  que sean; la sanción es cuestión judicial por cierto, pero  fundamentalmente debe ser de carácter social. Nadie puede arrogarse el  derecho de “negociar”  la impunidad en nombre del pueblo  uruguayo, la principal víctima de los criminales. Se debe comprender que  el “nunca más dictadura” solamente será posible si la sanción social de  las conductas criminales es tan contundente que disuade a los  candidatos a golpistas y terroristas de Estado. Las confusiones sólo  sirven de caldo de cultivo para que caigan en tentaciones criminales los  nuevos oficiales, predispuestos a ello porque siguen siendo educados en  la doctrina de la seguridad nacional y en una visión maniqueísta de la  historia reciente, que justifica el terrorismo en aras de “salvar a la  patria”. La lucha por Verdad y Justicia no sólo apunta a resolver  asuntos del pasado, asegura el futuro desarrollo de la comunidad. Es  asunto de la juventud más que los viejos.


Está claro que están disparando sobre el mensajero para desvirtuar el mensaje: El objetivo es descalificar y denigrar  al  emisor del mensaje para confundir a los oídos que pudieran ser  receptivos. Enchastrar al portador de las ideas para desautorizarlas y  quitarles fuerza. Una antiquísima metodología, nada nuevo bajo el sol.  Vamos a ver que resultado les da.


Eduardo Radaelli  expresó  al aire que “en algún momento se va a tener que hacer responsable de  sus dichos”. Bueno, la responsabilidad por decir de frente lo que  pienso, la he debido asumir en circunstancias muy diversas, no obstante  ello no puede dejar de preocuparme, al esposo y padre, la amenaza  subyacente en esas palabras, más todavía cuando ellas provienen de un  oficial procesado por una asociación ilícita que se llama “Plan Cóndor”.  Al parecer mi destino es ser cartón ligador.


“La  República” merece un brevísimo comentario. La noticia de tapa de hoy,  28 de abril, son los dichos del mayor retirado Villanueva para  descalificar, y demonizarlo  un poco más, al “cero a la  izquierda” de los sobrevivientes tupamaro. Había noticias bastante más  relevantes y significativas, como la del desalojo a Ney Thedy en Bella  Unión, colono del Instituto, viejo “peludo” fundador de UTAA,  amigo personal de Raúl Sendic, expulsado de la tierra por quienes dicen ser  tupamaros.. . ¿éste es su homenaje en la fecha en que recordamos la muerte de Raúl Sendic? ¿No merecía una tapa?.


He  intentado jugar lo mejor posible, evitando caer en un “intrusos en la  política” que solamente serviría para aumentar la confusión y el  descrédito de la “clase política”.


Por Verdad y Justicia


Arriba los que luchan!


Jorge Zabalza

domingo, 24 de abril de 2011

Enfermedad incurable

Rebrote de una enfermedad congénita: el seispuntismo.
Leemos un editorial posiblemente salido de la incomparable pluma del “Pinta” Vera o, en su defecto, de algún otro escriba de la vieja Secta seispunista.  Gente que en el Penal de Libertad jugó el tristísimo papel de agregar una reja más a las colocadas por la represión, la reja de las persecusiones a compañeros. No fue mejor su desempeño en el exilio, explotando a sus propios compañeros y adoctrinando a sus propios hijos como si fueren miembros de alguna iglesia pentescostal.
Más tarde, por los ’80,  le abrieron el micrófono de CX 36 a José Mujica Cordano: El Pepe no era el personaje popular de hoy día, apenas lo conocía el entorno de la izquierda y los barrios del oeste montevideano. Desde la 36 habló durante varios años todos los mediodías. Son los inventores de la criatura... lo usaron mientras le sirvió pero viven llorando desde que les dió una patadita en el trasero luegto de ser senador.  El apoyo “26 más 36” fué fundamental para que Mujica y su socio Huidobro lograran hegemonizar primero el MLN (T) y luego el MPP.
A las víctimas de la hegemonía mujiquista,  el seispuntismo nos planteaba una sola alternativa: sumarse al suya. Algunos lo aceptaron y así les fué.
Ahora  les atacó la superbacteria nuevamente. Salieron a difamar a Dick Emanuelsson contra la opinión de sus propios consejeros ideológicos, que creían que fortaleciendo la “36” se fortalecían las posiciones revolucionarias en el Uruguay. Pobres ilusos! Ya les tocará la hora.
Y el último bostazo: ensuciar a Raúl Sendic acusándolo de  pactar con los militares, justo  a él que nunca se entregó.
Pansaba escribir largo, rebatiendo la infamia, pero Raúl se defiende solo y no vale la pena gastar pólvora en discutirle a gente  con tanta pobreza espiritual.
Esta es la frase de la infamia:         
“Los dirigentes del MLN que tantos libros han escrito sobre la lucha del Movimiento, poco y nada han dicho de las reuniones y los acuerdos que ellos hicieron con los mandos militares en el pasado y en el presente. Huidobro ha señalado recientemente en una de las entrevistas que los medios de prensa le hicieron con motivo de su renuncia, que en ningún momento el dejó de trabajar dentro de las fuerzas armadas. Una tarea que seguramente en razón de su importancia y relevancia, para la cual ha sido asignado por alguna dirección política, MLN, Frente Amplio, Movimiento de Participación Popular, CAP L, imposible de imaginarse que sea una iniciativa propia. Decir que Huidobro nunca de dejó de operar dentro de las Fuerzas Armadas, es lo mismo que decir como contrapartida que los militares nunca dejaron de operar dentro de estas organizaciones.
Es seguro que en cada relación la influencia es mutua, hacia afuera y hacia adentro. Parece entenderse a esta altura que durante esta relación permanente entre Huidobro, Mujica, Marenales, Sendic y las Fuerzas Armadas, hubo al menos tres instancias más o menos relevantes.
La primera en el Batallón Florida alrededor del mes de junio del año 1972, con los mandos militares de la época Esteban Cristi, Gregorio Álvarez, César Martínez, etc.
Una segunda negociación de estos mismos dirigentes del MLN, pero esta vez con mandos medios, Caubarrer, Camacho, Calcagno etc, donde se incluyeron los ilícitos económicos, y el MLN entregó información sobre estos burgueses infractores, para que fueran llevados a los cuarteles.
Después según algunos documentos publicados últimamente, hubo reuniones ya individualmente dentro de los cuarteles con los dirigentes del MLN.
Y ahora se habla de acuerdos hechos y realizados con la dirección del MLN, y los oficiales militares, logias, etc donde se hicieron otros acuerdos de palabra incluidos los que tienen que ver con la ley de Caducidad. En cada libro, o en cada entrevista se dice un poco de cada cosa, pero no se dice la totalidad de esos acuerdos y conversaciones, esto hace muy difícil poder “armar el muñeco”. Claro que de estas reuniones con los mandos militares, no son solo los dirigentes históricos quienes conocen de estas conversaciones. Hubo también conocimiento por parte de otros dirigentes jóvenes de aquella época que también conocían el contenido y tenor de estas reuniones.  Ni la juventud de hoy, ni los trabajadores, tampoco los frenteamplistas e integrantes de las organizaciones que componen la izquierda oficial, podrán conocer la verdad sobre las idas y venidas de estos dirigentes, en relación a la ley de caducidad, los derechos humanos, y el juicio y castigo a los militares de la dictadura”. 

 Habrá patria para todos o para nadie!.
Arriba los que luchan!
Saludos
Tambero

sábado, 23 de abril de 2011

Licandro

Reproduzco esta carta de los familiares de don Víctor. Es un deber sumarse a la reacción indignada de ellos, a su rechazo al uso demagógico del nombre del compañero cuando ya no puede defenderse perosnalmente. Mujica no se habría atrevido a tergiversar a Licandro mientras vivía. Lo más grave no es que Mujica sea capaz de falsear los hechos descaradamente –como lo demostró en el caso del video que vió y que no vió a la vez- , lo asombroso es el silencio conque se reciben sus despropósitos, esa pasividad de la militancia que lo rodea –gente con mucha cultura política- que parece dispuesta a tragarse dinosaurios enteros. Sea cual fuere la galaxia donde asiente sus reales, Mujica da por descontado el mudo consentimiento de sus feligreses, fenómeno que lo estimula a emprender nuevas aventuras semánticas. Por eso, como nadie le patea el tablero, deben salir los familiares a defender la dignidad y la memoria de Licandro.
Como no quiero sumarme al gigantismo estúpido, esa enfermedad posmoderna de la militancia de iaquierda, me siento moralmente obligado a reenviar este testimonio de enorme valor para la historia futura.
Un abrazo
Tambero              

Subject: CARTA DE FAMILIARES DE LICANDRO (Brecha)

BRECHA - Pág. 8 - 20/04/2011
Mujica cuestionado por 'insulto a la memoria' del general frenteamplista. Dura carta de familiares de Licandro

El 30 de marzo, después de una muy larga enfermedad, murió nuestro querido "tío Toto", el general Víctor Manuel Licandro. Desgraciadamente, además del dolor inmenso de perder a quien fuera el centro de referencia y el factor de cohesión afectivo más cálido de nuestra familia, pareciera como si con él hubiéramos perdido, también, a uno de los últimos hombres que asumieron, en el Frente Amplio, un compromiso político transparente y sin dobleces. Esta impresión ha sido reforzada por las palabras del presidente José Mujica en su audición del 31 de marzo en M24.
Los que firmamos esta carta pensamos que las referencias y la utilización hechas por el presidente de la República de su figura implican en grado sumo la práctica de una hipocresía del juego político tradicional que es diametralmente opuesta y enemiga de la postura que como hombre y como militante caracterizó al general Licandro.
Para empezar, Mujica recordó a Licandro como a un "Quijote militar", una imagen retórica que no necesitamos analizar aquí para entender que, en lenguaje político vulgar, denomina al idealista que lucha contra molinos de viento, es decir al hombre honesto y bien intencionado que se maneja, sin embargo, en esferas más bien utópicas.
En su discurso de 20 minutos, Mujica le adjudicó un poder enorme y decisivo al aparato militar. Describió a las Fuerzas Armadas como a una institución poderosa y, al parecer, autónoma, cuyas decisiones "pueden hacer de puerta o de sepultureros de una sociedad". Es decir, que las Fuerzas Armadas serían una especie de aduana o peaje por el que es necesario o inevitable pasar si uno quiere entrar o seguir en democracia, y con el que conviene estar en buenas relaciones. También habló de "ganar para la democracia" a esa fuerza, es decir de un trabajo político de persuasión y negociación que es necesario hacer para que ellas sean fieles a los poderes del Estado. Sin embargo, no se refirió nunca a la fidelidad de las Fuerzas Armadas al Poder Ejecutivo, ni mencionó en ningún momento la subordinación que las mismas deben tener por mandato constitucional al presidente de la República, ni su propia responsabilidad como comandante en jefe de dichas fuerzas. Paradójicamente, repitió lo que ha afirmado otras veces: que las Fuerzas Armadas de hoy no son las de ayer.
Pues bien, es ampliamente conocido que el general Licandro opinaba lo opuesto. Para empezar, que las Fuerzas Armadas debían ser depuradas de elementos criminales y su organización democratizada. Para él era impensable que oficiales responsables de delitos de lesa humanidad continuaran ocupando puestos en esas filas. Licandro opinaba, también, que buena parte de la oficialidad superior actual continuaba profesando la doctrina de la seguridad nacional, doctrina que unió ideológicamente a las dictaduras del Cono Sur en el Plan Cóndor. Es más, él aseguraba que las nuevas generaciones de oficiales continuaban siendo educadas en esas ideas. Por lo tanto, para él existía una clara continuidad entre las Fuerzas Armadas de hoy y las de ayer. A su entender, estas Fuerzas Armadas de hoy habían demostrado una y otra vez no estar dispuestas a colaborar con el gobierno democrático, y mucho menos con la dilucidación de los crímenes que sus integrantes habían cometido durante la dictadura. Opinaba que las Fuerzas Armadas no podían continuar siendo un poder autónomo dentro del Estado -con actividades y relaciones acerca de las cuales no se consideraban obligadas a informar al gobierno-, que su número de efectivos continuaba sobredimensionado y que no debían ser persuadidas de nada sino acatar, total y completamente a los poderes del Estado. En una entrevista publicada por el semanario Brecha el 12-X-10 expresó: "En un gobierno del Frente Amplio (las Fuerzas Armadas) deben estar subordinadas al gobierno y no precisan ningún acercamiento sino cumplir con la Constitución y las leyes ". Licandro dejó todos estos análisis e ideas asentados en documentos que han circulado ampliamente.
Por si esto fuera poco, Mujica visitó a Licandro poco antes de asumir la Presidencia y se informó personalmente acerca de sus puntos de vista con respecto a diferentes temas, pero muy especialmente al tema militar. Es evidente, entonces, que el presidente no desconoce en absoluto cuál era su pensamiento. Decir que "la libertad posible necesita honda fidelidad de los brazos armados que se expresan en el Estado. Y esto es una verdad evidente, y estas son de las lecciones más profundas que nos deja la trayectoria y la vida de un general como Licandro es una reducción que abstrae, simplifica y falsea las ideas de Licandro. Porque todos sabemos que él dejó lecciones mucho más concretas que ese deslavado eufemismo. Pero dado que las verdaderas ideas de Licandro no le sirven para fundamentar su propia posición frente a los militares, Mujica se ha visto obligado a deformar su pensamiento, ocultándolo tras un lugar común.
Lo más doloroso y lo más lamentable fue que el presidente hiciera esto al otro día, precisamente, de su muerte. Su supuesto homenaje se volvió así una afrenta soberbia inescrupulosa a su memoria. Juntar el homenaje, el saludo al compañero muerto, con la utilización de su prestigio para sumar rédito político a la posición particular de Mujica frente a las Fuerzas Armadas nos parece algo que sobrepasa todo calificativo. Consideramos esta maniobra un insulto a su memoria, a sus familiares y a todos los frenteamplistas que respetaron la lucidez y la entereza moral del general Licandro.

viernes, 1 de abril de 2011

"Gregori es la primera víctima del video"




 Jorge Zabalza dijo que Augusto Gregori es la primera víctima por el caso del video de presuntos militares. Además, sostuvo que el presidente José Mujica está llevando este tema él solo.
Zabalza: Los oficiales en actividad y retirados están protestando. La visita de Mujica a Dalmao está conectada con el video, sino el Pepe tendría que haber ido al Comcar y al Inau.

Zabalza: Se ve que Mujica resolvió todo solo lo que iba a ser y tiene a los ministros para acá y para allá sin saber qué decir. Al pobre Tito Gregori que le metieron el viaje de Inteligencia ahora lo sacan, es la primera víctima del video.