“También Ricardo Zabalza
cayó porque le tocaba
pero él sabía que en la causa
por la que tanto luchaba
palabras que no coinciden
con hechos no vale nada” (2)
Íbamos a sacar a Ricardo del olvido. Pasaron casi 40 años, su lucha sigue vigente, es la de ayer, la de hoy y será la de mañana en tanto haya una sola injusticia en esta tierra. Es necesario recordar y contextualizar para comprender que no fue casual el proceso de luchas de liberación en toda América Latina. Gracias Maestro Homero Guadalupe, que con tus jóvenes noventa años impulsaste este encuentro, mil gracias. Tan profundo ha sido el operativo desmemoria, que elijo transcribir parte de la convocatoria: “Ricardo era un joven minuano, asesinado a los 20 años, el 8 de octubre de 1969. Era tupamaro y participó ese día en la toma de Pando. En ese marco, participó en un tiroteo en el que fue herido, y se entregó. Lo hicieron caminar una cuadra hasta un camión de la Guardia Metropolitana. Allí lo tiraron al suelo y lo ejecutaron de un balazo en la nuca. El lunes 27 un grupo de minuanos, con el consentimiento de su familia, colocará una placa recordatoria en su homenaje, en su propia casa de Minas”.
CONSTRUCCIÓN DE MEMORIA
Siguiendo a Nun (3), “un archivo no es la memoria” (en este caso una placa recordatoria). Citando a Todorov, Nun toma la memoria como el “recuerdo ejemplar”, es decir el uso de la memoria como principio de acción sobre el presente. Prioriza la memoria como constitutiva de la identidad, agrega que mediante la memoria podemos restablecer el derecho de las víctimas, ya que mientras ese crimen quede impune, se confirma que la víctima no tenía esos derechos, que quien se los arrebató tenía razón y finalmente señala que el principio de acción sobre el presente es prevenir su repetición.
ABRIL DE 2009
Minas era el destino, debíamos estar en hora en este homenaje tan postergado. Llegada/abrazos amigos y compañeros, el reencuentro con Mabel -hermana de Ricardo-, con quien habíamos compartido actividades sociales en los ´90 en la zona de Millán y Lecoq, en Montevideo, donde ella continúa haciéndolo. Nos llevó a conocer la casa, el estudio del padre, el lugar donde ella hoy atiende a sus pacientes, arriba estaban sus primos paternos, los maternos –nos dijo- ya no están. La placa en homenaje a Ricardo esperaba ser descubierta a la derecha de la entrada de la casa.
Otros abrazos fueron los de aquellos minuanos que nos recordaban cuando hace varios años fuimos a charlar e intercambiar (¿estaríamos sembrando entonces?) sobre nuestro trabajo en la construcción de la memoria colectiva (4).
Mabel dijo: “Agradezco las palabras, la flor en su tumba, la amistad, 40 años…también este recuerdo público que los amigos hacen en Minas. Ciudad natal y primer nido que acuñó el pensamiento revolucionario de Ricardo. Hermano que eligió vivir por siempre en las luchas populares y el combate al Cóndor asesino en América. Los desaparecidos y los asesinados son semillas de libertad, referentes morales, testigos por siempre…de las opciones políticas que sus compañeros de generación tomamos en esta tierra querida”.
De todas partes llegaron compañeras y compañeros, los compañeros que trabajan en la Memoria en Paysandú trajeron un mensaje, hubo otros mensajes, entonces Jorge-hermano de Ricardo- tomó el micrófono pero no pudo continuar, le ganó la emoción.
También Silvio (compañero) escribió: “Descubrir esta placa es no sólo necesario sino imprescindible. El homenaje a Ricardo “Mauricio” Zabalza es doblemente sentido por mi por varias razones. Ricardo fue un revolucionario ajusticiado en la lucha por la liberación nacional un 8 de octubre de 1969.Tengo dos hijos, mi hijo mayor ya no está entre nosotros. Mauricio Ramón fue el nombre que le elegí al nacer en 1972, en honor a “Mauricio” y a ese gran latinoamericano caído en Bolivia un 8 de octubre de 1967. “Ramón” fue el nombre que usó el Che en la campaña de la guerrilla boliviana. Liberar del olvido a “Mauricio” es liberar a Ricardo Zabalza de la clandestinidad, hacer honor a la memoria, a la verdad, a la justicia en este Uruguay con aun más sombras que luces”.
Hay mucho por hacer, continúa la lucha por rescatar a nuestros compañeros del olvido, es largo el camino y duele en lo profundo que no sea sólo por la impunidad, es seguro que podremos situarlos a todos en un pie de igualdad.
Veinte años tenía Ricardo y lo asesinaron. Como tantos “nosotros”, Ricardo entregó su vida en el camino hacia un mundo diferente, un mundo no capitalista, uno sin explotadores ni explotados, un mundo de justicia social.
La placa dice: “Caído en el suelo…fue ejecutado con un tiro en la nuca por un soldado que recibió la orden de un coronel. De ambos –refiriéndose a sus asesinos- se sabe sus nombres”. Los asesinos no han sido juzgados, ¿hasta cuándo?
Anahit Aharonian
(1).- Ellos son, por orden alfabético: Alfredo Cultelli, Jorge Salerno y Ricardo Zabalza.
(2).- Pasaje del Corrido de la mexicana-exiliada en Chile Judith Reyes, que allí cantó Daniel Viglietti, quien lo estrenó el año pasado en el Teatro Solís y que será parte de su próximo disco.
(3).- José Nun, noviembre de 2002, en Revista “Puentes”, publicación del Centro de Estudios por la Memoria. www.comisionporlamemoria.org
(4).- Compañeras del Taller Vivencias de ex –presas políticas
fuente: Brecha