martes, 30 de diciembre de 2014
La “herencia maldita” que deja el gobierno de mujica: 1) Casi la mitad de los asalariados cobran menos de 14.000 pesos, cuyo poder adquisitivo es un 35% menor que en 1970 (tiempo de revoluciones); 2) Un ejército uruguayo de ocupación en haití haciendo ejercicios de vigilancia y control de la protesta popular; 3) Ministro de defensa que firma acuerdos secretos con el pentágono, defiende a los criminales de lesa humanidad y aceptaría torturar para obtener información; y, 4) Proyectos llamados a fracaso como el de pluna : puerto de aguas profundas, regasificadora, mina de aratiri, el ferrocarril, tercer planta de celulosa...
lunes, 29 de diciembre de 2014
El Instituto de Estudios Legles y Sociales del Uruguay (IELSUR) aseguró que el ministerio de defensa nacional “no colabora con las causas que se tramitan ante los tribunales por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar”. Es la cara más espantosa de un compromiso político cívico-militar: perdonar y proteger a los criminales del terrorismo de estado
domingo, 28 de diciembre de 2014
COMPOSICIÓN DE LUGAR: LA CHINA Y LA URSS CAPITALISTAS SON, EN CIERTO GRADO, EL CONTRAPESO AL PODER POLÍTICO MILITAR DE LOS EEUU. ESTE MUNDO MULTIPOLAR ES MÁS FAVORABLE TANTO PARA DEFENDER A VENEZUELA Y BOLIVIA DE LAS AGRESIONES, COMO PARA LAS ASPIRACIONES DE UN SISTEMA LATINOAMERICANO INDEPENDIENTE. POR OTRA PARTE, “LA REVOLUCIÓN CUBANA NO PODRÁ SER DESTRUIDA NI POR LA FUERZA NI POR LA SEDUCCIÓN” (Fidel)... ENTONCES, ¿PORQUÉ ALGUNOS QUE SE DICEN REVOLUCIONARIOS JUZGAN CON TANTA CEGUERA SECTARIA LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS?
sábado, 27 de diciembre de 2014
Despedimos al 2014, bienvenimos al 2015
El 2014 llega a su fin, fue un año complicado que nos tuvo
bastante atareados. Sin embargo queremos rescatar algo que consideramos
importante y enriquecedor:
USTEDES
Hemos estado rodeados por el calor de la familia y de amigos.
Recibimos cariño desdelos más diversos
rincones del mundo.
Ustedes han estado junto a nosotros en todo momento haciendo
más transitable el camino y brindándonos apoyo incondicional, mucha solidaridad y mucho
afecto.
Que decirles; palabras, gestos, llamados… ese continuo estar
y ser por sobre todas las cosas, cualidad que no tiene precio, pero si un
enorme valor que alcanzamos a comprender en toda su magnitud en momentos como
estos.
Les agradecemos desde lo profundo de nuestros corazones por
permitir que los contemos entre nuestros afectos y por enriquecer nuestras
vidas, gracias por formar parte de la esperanza y sobre todo de nuestro futuro.
Jorge y Veronika
EN MÉXICO, EL PRESIDENTE MUJICA DERRAMÓ UNA LÁGRIMA POR LOS 43 DESAPARECIDOS DE AYOTZINAPA, PERO EN URUGUAY, MANDA LA POLICÍA A DESALENTAR LA MANIFESTACIÓN DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO MEJICANO. AMÉRICA LATINA: MUJICA HACE DISCURSOS A LOS DIOSES EN LO INTERNACIONAL, PERO SE ASOCIA CON LOS DEMONIOS EN EL TERRITORIO NACIONAL.
miércoles, 24 de diciembre de 2014
Qué se vaya o que saquen a Huidobro, a terminar con la impunidad
Una
vez más altos dignatarios del gobierno defienden la impunidad para los
criminales de lesa humanidad y atacan a las organizaciones que trabajan
por los DD.HH. En el actual incidente no ha sido Mujica el principal
protagonista, como es de costumbre, sino que el rol le correspondió al
Ministro de Defensa Fernández Huidobro representante de las FF.AA. en el
gobierno votado por las víctimas de
los crímenes aún impunes llevados adelante por esta asociación ilícita
para delinquir. El sonado y repugnante ataque al SERPAJ llevado a cabo
por el Ministro Huidobro, conocido partidario de la tesis de larga data
que dice "si el enemigo es más fuerte que tú, únete a él" desnuda el
verdadero carácter de la política sobre DD.HH. del "mujiquismo",
incluyendo en este sector al moribundo CAP_L de Huidobro que obtuvo
apenas 8000 votos en las recientes elecciones.
Esta política fué marcada con claridad por Mujica apenas asumió la presidencia: prometió liberar a "los viejitos" (es decir a los criminales de lesa humanidad, desaparecedores, torturadores, violadores, ladrones de bebés y saqueadores que asolaron el país desde 1971 hasta 1985, en la versión mujiquista atentatoria contra todos los principios internacionales y nacionales acerca de los criminales de lesa humanidad) y se ha mantenido durante todo este período con su punto más alto en el llamado de Mujica a echar a la Jueza Mariana Mota cuando tenía más de 50 casos listos para condena, hasta llegar a los últimos sucesos que son un encadenamiento de hechos recientes tendientes todos a liberar a los "viejitos" antes de que Mujica termine su mandato.El caso actual es conocido. Las reacciones también y ellas continúan. Nos adscribimos a todas y cada una de las manifestaciones de repudio, rechazo y condena provenientes de variadas organizaciones de los DD.HH., sociales, sindicales y también políticas. Así como apoyamos al movimiento espontáneo, desde las bases, que exige que Huidobro se vaya. Respaldamos y somos parte activa de tal estallido de las protestas contra el atropello del Ministro Huidobro, y consideramos como la única salida a esta crisis actual el que se vaya o lo saquen. Este sí que debe de convertirse en un "punto final" a las agresiones de larga data del Ministro a familiares y organizaciones de los DD.HH. No vá más! se acabó! Naturalmente que si esto se logra el sustituto de Huidobro también va a ser partidario de la misma "estrategia", nadie se puede hacer ilusiones. Sin embargo tiene gran valor simbólico y opera como advertencia el que se logre sacar a un elemento provocador y divisionista del pueblo. Sus agresiones a nombre de la defensa de los asesinos ha apestado el clima político y, lo principal, frenado todos los intentos de juzgar a los criminales. Quizás, si lo sacan o se va, pongan a algún otro ministro que no sea tan provocador aunque la estrategia del FA (no de todo porque hay contradicciones internas cuando los objetivos se exponen de la cruda manera como lo ha hecho Huidobro y también Mujica) no cambie. Más nadie podrá ignorar que el sacar a Huidobro revestirá un simbolismo muy importante y alentador también.La reacción popular ha pisado firme y ya no acepta más insultos, no acepta que se denigre a los familiares, que se pretenda ensuciar a las organizaciones de los DD.HH. que han trabajado durante decenios por el esclarecimiento de la verdad y por justicia. Como SERPAJ por ejemplo, que ha mostrado un muy alto coraje cívico y convicciones firmes, aún bajo la dictadura, y que ha llevado adelante una ejemplar labor de denuncia y solidaridad para con los presos políticos, entre otros Huidobro y Mujica que de esta forma expresan su "agradecimiento". En el fondo de todo esto está el que ha ido creciendo la conciencia popular sobre que no podrá haber ningún futuro cierto si no se saldan las cuentas históricas con los criminales de lesa humanidad. Lo que muestra claramente que no se acepta la impunidad y que se va dejando de lado la "línea" de Mujica de que "este problema" (es decir los DD.HH.) se resolverá "cuando todos los participantes estemos muertos" concepto este que contradice lo que es la realidad en todo el mundo y el incremento de los juicios a los criminlaes de lesa humanidad tanto en América Latina como en Europa.
Esta reacción ante los ataques de Huidobro UN REPRESENTANTE Y MIEMBRO DEL GOBIERNO Y DEL ESTADO, Estado que es el acusado, contra quienes mantienen en alto las banderas de Verdad y Justicia demuestra que ha madurado la comprensión de que no será con "la ayuda" del Estado y sus gobiernos que se lograran clarificar los peores crímenes jamás vistos en Uruguay, sino que ello se hará posible a través de la movilización y la organización popular, tal cual el fantástico ejemplo del pueblo mexicano exigiendo justicia por los normalistas desaparecidos lo demuestra a cabalidad. Sin importar la edad, sin tomar en consideración si se fué "participante" o no, la gente entiende que sin llegar a fondo y conocer toda la verdad y juzgar a los culpables NUNCA HABRÁ PAZ y siempre se estará sometido a los designos de bandas criminales que trabajan como sicarios para grandes intereses internacionales y también para su enriquecimiento personal. El secuestro, la tortura, la violación y la desaparición son sencillamente un negocio para ellos, una manera de "ganarse la vida". Mientras esté presente la amenaza armada de los asesinos, encima pagados con los dineros del propio pueblo vía los recursos del Estado, nunca se podrá vivir en paz y en plena democracia.Por lo tanto lo que le corresponde a toda la gente conciente, a todos los demócratas, es de una vez por todas, repetimos, como en México, ponerse de pie y obligar al Estado que sigue siendo el empleador de los criminales, a dar a conocer toda la verdad. A abrir todos los archivos QUE ESTÁN , tal cual lo ha reclamado la Jueza Mota y otros valerosos juezas y jueces (algunos de los cuales han sido represaliados por la SCJ cobijadora de criminales de lesa humanidad) y también lo dan a conocer las organizaciones de los DD.HH. como SERPAJ por ejemplo, para así llevar adelante juicios que logren condenar hasta el último criminal y a todos los cómplices, que como en el caso de Argentina se extienden a médicos torturadores, periodistas lacayos, sacerdotes envueltos en los crímenes y patrones que promovieron el genocidio con fines de lucro.
Destacando que han habido militantes y sectores del partido de gobierno que han alzado su voz defendiendo al SERPAJ y condenando al Ministro Huidobro, consideramos que ha llegado la hora para que de manera consecuente tambien hagan parte del reclamo de ir a fondo al respecto de la violación de los DD.HH. Mal pueden considerarse representantes de la democracia cuando se están sentados en sus bancas mientras impera la impunidad.
Como hemos visto, este no es un problema con un ministro, se trata de la postura de todo el gobierno y del partido de gobierno y es ésta la que debe de terminarse. Si se saca a Huidobro será un paso para terminar con un provocador que ha patoteado a los familiares y a las organizaciones de los DD.HH., pero ello no resuelve el problema de la impunidad de los criminales. Si se hace un cambio solamente cosmético, el cáncer que carcome a la sociedad uruguaya seguirá como siempre y se continuará viviendo en una seudo democracia que sobrevive bajo el chantaje y la amenaza.
Ha llegado la hora de decir basta! Solidaridad incondicional con el SERPAJ y los familiares! Que saquen o se vaya Huidobro simbolo de la impunidad!
Jorge Zabalza por el Blog Zurdatupa
Alberto Cabrera por el Blog El Muerto
Alberto Vidal por el Blog Noticias Uruguayas
Hugo Bruschi por el Blog la Vidriera Irrespetuosa
Ricardo Ferre por los Blogs Ricardo Ferre y Federacion de Bases
Esta política fué marcada con claridad por Mujica apenas asumió la presidencia: prometió liberar a "los viejitos" (es decir a los criminales de lesa humanidad, desaparecedores, torturadores, violadores, ladrones de bebés y saqueadores que asolaron el país desde 1971 hasta 1985, en la versión mujiquista atentatoria contra todos los principios internacionales y nacionales acerca de los criminales de lesa humanidad) y se ha mantenido durante todo este período con su punto más alto en el llamado de Mujica a echar a la Jueza Mariana Mota cuando tenía más de 50 casos listos para condena, hasta llegar a los últimos sucesos que son un encadenamiento de hechos recientes tendientes todos a liberar a los "viejitos" antes de que Mujica termine su mandato.El caso actual es conocido. Las reacciones también y ellas continúan. Nos adscribimos a todas y cada una de las manifestaciones de repudio, rechazo y condena provenientes de variadas organizaciones de los DD.HH., sociales, sindicales y también políticas. Así como apoyamos al movimiento espontáneo, desde las bases, que exige que Huidobro se vaya. Respaldamos y somos parte activa de tal estallido de las protestas contra el atropello del Ministro Huidobro, y consideramos como la única salida a esta crisis actual el que se vaya o lo saquen. Este sí que debe de convertirse en un "punto final" a las agresiones de larga data del Ministro a familiares y organizaciones de los DD.HH. No vá más! se acabó! Naturalmente que si esto se logra el sustituto de Huidobro también va a ser partidario de la misma "estrategia", nadie se puede hacer ilusiones. Sin embargo tiene gran valor simbólico y opera como advertencia el que se logre sacar a un elemento provocador y divisionista del pueblo. Sus agresiones a nombre de la defensa de los asesinos ha apestado el clima político y, lo principal, frenado todos los intentos de juzgar a los criminales. Quizás, si lo sacan o se va, pongan a algún otro ministro que no sea tan provocador aunque la estrategia del FA (no de todo porque hay contradicciones internas cuando los objetivos se exponen de la cruda manera como lo ha hecho Huidobro y también Mujica) no cambie. Más nadie podrá ignorar que el sacar a Huidobro revestirá un simbolismo muy importante y alentador también.La reacción popular ha pisado firme y ya no acepta más insultos, no acepta que se denigre a los familiares, que se pretenda ensuciar a las organizaciones de los DD.HH. que han trabajado durante decenios por el esclarecimiento de la verdad y por justicia. Como SERPAJ por ejemplo, que ha mostrado un muy alto coraje cívico y convicciones firmes, aún bajo la dictadura, y que ha llevado adelante una ejemplar labor de denuncia y solidaridad para con los presos políticos, entre otros Huidobro y Mujica que de esta forma expresan su "agradecimiento". En el fondo de todo esto está el que ha ido creciendo la conciencia popular sobre que no podrá haber ningún futuro cierto si no se saldan las cuentas históricas con los criminales de lesa humanidad. Lo que muestra claramente que no se acepta la impunidad y que se va dejando de lado la "línea" de Mujica de que "este problema" (es decir los DD.HH.) se resolverá "cuando todos los participantes estemos muertos" concepto este que contradice lo que es la realidad en todo el mundo y el incremento de los juicios a los criminlaes de lesa humanidad tanto en América Latina como en Europa.
Esta reacción ante los ataques de Huidobro UN REPRESENTANTE Y MIEMBRO DEL GOBIERNO Y DEL ESTADO, Estado que es el acusado, contra quienes mantienen en alto las banderas de Verdad y Justicia demuestra que ha madurado la comprensión de que no será con "la ayuda" del Estado y sus gobiernos que se lograran clarificar los peores crímenes jamás vistos en Uruguay, sino que ello se hará posible a través de la movilización y la organización popular, tal cual el fantástico ejemplo del pueblo mexicano exigiendo justicia por los normalistas desaparecidos lo demuestra a cabalidad. Sin importar la edad, sin tomar en consideración si se fué "participante" o no, la gente entiende que sin llegar a fondo y conocer toda la verdad y juzgar a los culpables NUNCA HABRÁ PAZ y siempre se estará sometido a los designos de bandas criminales que trabajan como sicarios para grandes intereses internacionales y también para su enriquecimiento personal. El secuestro, la tortura, la violación y la desaparición son sencillamente un negocio para ellos, una manera de "ganarse la vida". Mientras esté presente la amenaza armada de los asesinos, encima pagados con los dineros del propio pueblo vía los recursos del Estado, nunca se podrá vivir en paz y en plena democracia.Por lo tanto lo que le corresponde a toda la gente conciente, a todos los demócratas, es de una vez por todas, repetimos, como en México, ponerse de pie y obligar al Estado que sigue siendo el empleador de los criminales, a dar a conocer toda la verdad. A abrir todos los archivos QUE ESTÁN , tal cual lo ha reclamado la Jueza Mota y otros valerosos juezas y jueces (algunos de los cuales han sido represaliados por la SCJ cobijadora de criminales de lesa humanidad) y también lo dan a conocer las organizaciones de los DD.HH. como SERPAJ por ejemplo, para así llevar adelante juicios que logren condenar hasta el último criminal y a todos los cómplices, que como en el caso de Argentina se extienden a médicos torturadores, periodistas lacayos, sacerdotes envueltos en los crímenes y patrones que promovieron el genocidio con fines de lucro.
Destacando que han habido militantes y sectores del partido de gobierno que han alzado su voz defendiendo al SERPAJ y condenando al Ministro Huidobro, consideramos que ha llegado la hora para que de manera consecuente tambien hagan parte del reclamo de ir a fondo al respecto de la violación de los DD.HH. Mal pueden considerarse representantes de la democracia cuando se están sentados en sus bancas mientras impera la impunidad.
Como hemos visto, este no es un problema con un ministro, se trata de la postura de todo el gobierno y del partido de gobierno y es ésta la que debe de terminarse. Si se saca a Huidobro será un paso para terminar con un provocador que ha patoteado a los familiares y a las organizaciones de los DD.HH., pero ello no resuelve el problema de la impunidad de los criminales. Si se hace un cambio solamente cosmético, el cáncer que carcome a la sociedad uruguaya seguirá como siempre y se continuará viviendo en una seudo democracia que sobrevive bajo el chantaje y la amenaza.
Ha llegado la hora de decir basta! Solidaridad incondicional con el SERPAJ y los familiares! Que saquen o se vaya Huidobro simbolo de la impunidad!
Jorge Zabalza por el Blog Zurdatupa
Alberto Cabrera por el Blog El Muerto
Alberto Vidal por el Blog Noticias Uruguayas
Hugo Bruschi por el Blog la Vidriera Irrespetuosa
Ricardo Ferre por los Blogs Ricardo Ferre y Federacion de Bases
jueves, 6 de noviembre de 2014
Los ríos profundos
Salió en Voces, jueves 6 de noviembre del 2014
Los ríos profundos
por Jorge Zabalza (desde el Hospital de Clínicas).
Francamente
no creo que el voto pueda ser completamente automático: me dan un
chorizo y voto a Pacheco Areco, me dan una tarjeta del Mides y voto
al Pepe Mujica, me muestran un spot publicitario y voto a Lacalle
Pou, me asustan con el 2002 y voto a Tabaré. No es tan sencilla la
cosa. Entre la tarjeta y el voto median un cúmulo de aspiraciones,
deseos, decepciones, conveniencias, la imaginación y, ¿por qué
no?, cierto grado de racionalidad. Nadie vota simplemente porque el
programa que le leyeron esté muy bien escrito, sino que se
interpreta lo leído en función de la propia experiencia y se actúa
en consecuencia. Aunque nos hayan querido reducir a la condición de
fieles votantes quinquenales, nadie es totalmente pasivo a la hora de
votar.
El voto masivo
Francamente
no parece que en el cinturón periférico de Montevideo los vecinos
consientan la prepotencia de los milicos, los allamientos sin orden,
el gatillo fácil y la tortura en los centros de reclusión de
adolescentes. Tampoco parece que el millón de asalariados y pasivos
con ingresos por debajo de los 16.000 pesos estén conformes con sus
salarios que no alcanzan a cubrir el costo de la carne, el pollo, la
yerba y los artículos de primera necesidad. Las elecciones
nacionales interrumpieron la acumulación del descontento y lo
dejaron provisoriamente archivado en un cajoncito de la mesa de luz.
Pese al enojo y la indignación crecientes, arrasó el Frente Amplio
entre las víctimas de la creciente violencia institucional y de las
políticas salariales al servicio de las inversiones extranjeras. Se
cuidan el salario bajo, las cerámicas del baño, el cuarto que
faltaba, la membrana en la plancha, las paredes revocadas y la moto
para escapar del transporte colectivo. Es un interés por conservar
lo obtenido con sacrificio y lucha, un sentimiento que hace al
instinto de supervivencia: se defiende el grado de pobreza en que se
vive. Tampoco se puede desdeñar la influencia del odio de clases:
por muy pobres que se siga siendo es insoportable el mentón
levantado y el gestito altanero, provoca arcadas el aroma a Carrasco
y Punta del Este. No alcanza conque se quiten la corbata, tienen su
clase social incorporada en la estampa. En los sectores sociales más
castigados por el capitalismo y los operadores políticos del Frente
Amplio, la derecha más asquerosa, la de Bordaberry y Lacalle Pou
murió para siempre.
En
el 2004 se festejó con alegría la promesa de un gobierno popular.
En el 2014, se votó en silencio porque las promesas no se
cumplieron. En los barrios nadie cree que su situación va a mejorar
con el tercer gobierno, desapareció el entusiasmo y el fervor con se
festejó la primer victoria de Tabaré Vázquez. Esta vez no se lo
votó por su proyecto político, sino para que triunfara el proyecto
más reaccionarios. Es bien pobre la alegría de los triunfadores
cuando se los vota solamente para que no triunfen los perdedores.
Conclusión: el voto dejó de canalizar las broncas de la miseria y
las esperanzas de cambio, volvió a ser un simple y vano instrumento
manipulación demagógica. La verdadera fuerza del pueblo trabajador
continúa siendo su capacidad de movilización masiva.
Visiones críticas
Al
otro día de las elecciones, aprovechando el respaldo obtenido, el
presidente de la república presionó nuevamente con su política de
olvidar los delitos de lesa humanidad y perdonar a quienes los
cometieron. ¿Será por humanismo o para lanzar a la cancha una
pelota que haga olvidar lo de Guantánamo? Humanismo no es abrir
espacios de impunidad donde crezcan y se reproduzcan futuros
criminales protegidos por las instituciones represivas y judiciales
del Estado. Humanismo es transmitir con acción política el mensaje
firme de “nunca más terrorismo de Estado”, actitud que evita
cuidadosamente el actual presidente y evitará con mayor cuidado
todavía el que vendrá. Francamente no parece que ninguna de las
78.000 personas que votaron a Constanza Moreira, hayan quedado muy
conformes con este último bolazo presidencial que solamente sirven
para reafirmar la idea de impunidad y, porconsigiente, juega para la
derecha más que cualquiera de las expresiones del pensamiento
crítico. Al parecer el espíritu de la mayor parte de estas
compañeras y compañeros esta dominado por el sentimiento de que es
la última oportunidad de dar la pelea dentro del Frente Amplio.
En
abierta disidencia y oposición al Frente Amplio, 48.000 electores
acompañaron la Unidad Popular, al PERI y al Partido de los
Ttrabajadores, que dio el batacazo de crecer un 600% con relación al
2004. Finalmente, otras 78.000 personas votaron en blanco o anularon
la hoja de votación: son 28.000 más que en el 2009 y 24.000 más
que en 2004. Haciendo las cuentas a fuerza de olfato, con el mismo
método que emplean las encuestadoras más afamadas para redondear
sus cifras, se puede suponer que alrededor de 150.000 uruguayas y
uruguayos han expresado electoralmente su desconformidad crítica y
su aspiración de cambios, y reflejan la existencia de condiciones
favorables a la constitución de un movimiento anticapitalista en el
Uruguay.
Los ríos profundos
Parece
necesario cambiar el ángulo de ataque. Salir del análisis del
modelo productivo, la brecha social, el asistencialismo, los salarios
bajos, la política represiva, el olvido y perdón, para centrar la
mira en las motivaciones individuales, en lo significa el voto para
cada uno, sus deseos y expectativas. Después de todo, las elecciones
de octubre fueron otra manifestación de esos fenómenos subterráneos
que simultanea y masivamente producen el mismo click en miles de
consciencias individuales. Indudablemente el arte de hacer
revoluciones tiene que ver con el arte de navegar esos ríos
profundos que conectan las consciencias individuales y convierten a
las mujeres y hombres en marejada incontenible.
La
lucha en defensa de la tierra, el agua y el aire contiene, implícita
y explícitamente, la lucha contra la propiedad abusiva de la tierra,
contra las gigantescas empresas de los agrotóxicos y las semillas
transgénicas, contra los privilegios de esos enclaves extranjeros
que son las zonas francas, en una palabra, contra el proyecto
capitalista de las corporaciones extranjeras y de los dueños del
Uruguay. Como las reivindicaciones de las luchas sociales presentan
menores exigencias ideológicas que los programas partidarios,
permiten que los ríos fluyan más libremente y las consciencias se
aproximen más fácilmente, de ahí la expectativa puesta en el
movimiento social como fuente creadora de la lucha anticapitalista,
por los trabajadores empobrecidos y marginados colonizando los
latifundios expropiados sin indemnización, por la estatización de
la banca y el no pago de la deuda externa para financiar la
transformación productiva del campo y la ciudad, por la solidaridad
con los pueblos agredidos por EEUU e Israel y por la inmediata rotura
de relaciones con esos Estados canallas.
miércoles, 5 de noviembre de 2014
Carcinoma (informe de TamVero)
Hace cierto tiempo que venía teniendo
dificultades para tragar, pero empujando con un trago de vino, o de
agua, nomás, los trozos más grandes terminaban pasando. Me dolía la
espalda y los costillares, creyendo que podían ser neuralgia de
problemas cardiológicos o pulmonares, encaré para ese lado, pero salvo
el EPOC, lo demás andaba de película. Al final me asusté y fui al médico
(estoy asociado a ANDA) y me mandaron a hacer una fibrogastrocopía. El
lunes 20 la hice y ahí apareció el maldito con sus siete centímetros. El
médico me dijo que tenía “feo aspecto” y sacó varias muestras dela
pared del esófago y me dijo “lleve esto de apuro al patólogo”. Más
asustado llamé al “brujo de la tribu”, mi hermano y suegro Henry Engler,
que consiguió un patólogo al toque.
A los cuatro días ya sabíamos que el tipo se llamaba “carcinoma epidermoide”. El viernes 25 me hicieron un PET en el CUDIM y detectaron un tumor secundario en un ganglio del cuello que si no es por la tecnología empleada no hubiera aparecido. Hubo un ateneo en oncología del clínicas, donde estuvo presente nuestro delegado familiar Henry “Octavio” Engler. Resolvieron dar una sucesión de pasos: primero, resecar mediante cirugía el ganglio y hacerle una biopsia para saber si era metástasis del esófago o de unos melanomas que me sacaron hace unos años.
Al operar, el cirujano sacó ocho ganglios más por su aspecto sosprechoso y ahora están en manos del patólogo, El miércoles 12 definiremos el segundo paso: radioterapia y quimioterapia para reducir el fantasmún del esófago. Y luego de dejarlo groggy vendrá la cirugía para darle el nocaut definitvo. Así son las cosas y con Veronika las estamos enfrentando muy juntos y unidos, más enamorados que nunca, condición primordial para vencer en esta batalla. Nos rodea el apoyo y la solidaridad que viene de muchos lados, desde Uppsala y Estocolmo, compañeras y compañeros que nos transmiten ánimo y fuerzas. El ejemplo del “Loco” Iglesias y el “Gallego” Candamio nos ayuda a reforzar el espíritu de lucha.
Quiero informar exactamente lo que ocurre para que cada cual tenga los elementos de juicio que necesita.
Fraternos y fuertes abrazos a todas y todos
TamVero
A los cuatro días ya sabíamos que el tipo se llamaba “carcinoma epidermoide”. El viernes 25 me hicieron un PET en el CUDIM y detectaron un tumor secundario en un ganglio del cuello que si no es por la tecnología empleada no hubiera aparecido. Hubo un ateneo en oncología del clínicas, donde estuvo presente nuestro delegado familiar Henry “Octavio” Engler. Resolvieron dar una sucesión de pasos: primero, resecar mediante cirugía el ganglio y hacerle una biopsia para saber si era metástasis del esófago o de unos melanomas que me sacaron hace unos años.
Al operar, el cirujano sacó ocho ganglios más por su aspecto sosprechoso y ahora están en manos del patólogo, El miércoles 12 definiremos el segundo paso: radioterapia y quimioterapia para reducir el fantasmún del esófago. Y luego de dejarlo groggy vendrá la cirugía para darle el nocaut definitvo. Así son las cosas y con Veronika las estamos enfrentando muy juntos y unidos, más enamorados que nunca, condición primordial para vencer en esta batalla. Nos rodea el apoyo y la solidaridad que viene de muchos lados, desde Uppsala y Estocolmo, compañeras y compañeros que nos transmiten ánimo y fuerzas. El ejemplo del “Loco” Iglesias y el “Gallego” Candamio nos ayuda a reforzar el espíritu de lucha.
Quiero informar exactamente lo que ocurre para que cada cual tenga los elementos de juicio que necesita.
Fraternos y fuertes abrazos a todas y todos
TamVero
jueves, 30 de octubre de 2014
El Gran Bonete
Por Jorge Zabalza
Hoy 30 de octubre 2015 salió en Voces
Según cuenta la historia, durante más de un siglo el Partido Nacional y el Partido Colorado, operadores de los dueños del Uruguay y de las empresas extranjeras, apostaron a la demagogia como forma de obtener el consentimiento necesario del electorado pobre y trabajador. Educaban en la pasividad votante: enseñaban a ser pacientes durante cinco años pues les bastaba conque en cada elección fueran receptivos y sensibles a sus requerimientos.
A fines de los '50 se les complicaron las cosas: el pueblo trabajador se movilizó, trasladó la lucha a la calle y creó una nueva forma de hacer política. Se derrotó la estrategia elitista y despolitizadora en el mano a mano, puerta a puerta, ómnibus a ómnibus, mostrador a mostrador, comité a comité. Se venció al dominio ideológico creando opinión popular en los capilares de la sociedad. Los votantes dejaron de ser simples votantes en 1971. El crecimiento político de decenas de miles de luchadores sociales fue la razón secreta de la superviviencia del Frente Amplio en la intimidad de cada hogar y de cada corazón. En 1983 renació en la organización y la militancia de las bases populares.
En un momento dado, alrededor de 1990, comenzaron a molestar esos militantes que perdían el tiempo pensando y discutiendo y que resistían la religión del cambio pragmático hacia el centro y la derecha. En la política moderna hay que andar a todo trapo decían los grandes dirigentes: el militante no rentado va muy lento. Elegido intendente de Montevideo, Tabaré Vázquez resolvió el desfasaje de velocidades de un solo golpe, rompiendo el cordón umbilical que lo alimentaba con las posturas de izquierda de las bases. Sabotearon administrativamente los comités de base, se expulsó a los “asquerosos” que no se dejaban domar, se transformó el Frente Amplio en un movimiento de votantes pasivos, desorganizando lo organizado.
Hasta la semana final de esta campaña electoral del 2014 dominó el desinterés y la indiferencia. Es el efecto deseado de una persistente acción política hacia adentro del Frente que logró desalentar la participación política. El triunfo de Tabaré consagra el retorno a la vieja manera demagógica de la política: nosotros, los caudillos, gobernamos, y ustedes, los creyentes, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa hasta dentro de cinco años, cuando les regalemos nuevas banderas y pegotines.
Nada permite pensar que, con Tabaré en la cumbre, se vaya a impulsar la politización, la movilización y la participación popular. Nadie puede decir que ha sido engañado: todos los votantes frenteamplistas conocen de sobra sus ínfulas autoritarias y lo respaldaron.
Daniel Chasquetti y Adolfo Garcé sostienen que el espectro electoral uruguayo se desplazó levemente hacia la izquierda. Por temor al oligarca, auténtico neoliberal sin asistencialismo social, la gente se volcó masivamente a votar la copia neoliberal con asistencialismo, al nacido en La Teja, barrio obrero al que regresa cada cinco años. La pregunta final: ese gobierno más de derecha que de centro al que apoya un espectro ligeramente inclinado a la izquierda... ¿a quién hará pagar la cuenta por la caída en el precio de las materias primas? ¿nuevamente habrá que trasladar la lucha política a las calles y plazas, como en España, como en Grecia?
domingo, 26 de octubre de 2014
Desde Santa Catalina
Apenas se logra comprender las
diferencias entre las Zonas Francas creadas en 1987 por Sanguinetti,
Lacalle y Jorge Batlle, criticadas por entregar el país a las
transnacionales y los privilegios concedidos a las Zonas Francas por
Mujica-Vázquez-Astori en el período 2005-2014, argumentando que crean
trabajo y aumentan el producto bruto interno.
¿Cómo distinguir entre los abrazos de Lacalle y Jorge Batlle dieron a George Bush (padre) y los abrazos que Mujica regala a Obama y Julissa Reynoso? ¿cuál de los dos presidentes de EEUU es más genocida que el otro? ¿por qué en un caso se hablaba de “sumisión” y en el otro se dice con orgullo que “hablaron de igual a igual”? ¿es igual Mujica que Obama?.
¿Cuán distintos son el “olvido y perdón”, política de impunidad con vaselina de Astori, Mujica y Vázquez, de la impunidad sin lubricante de Sanguinetti, Lacalle Herrera y Jorge Batlle?. Tampoco se puede diferenciar la tortura-instrumento de educación progresista que impide a los adolescentes escapar de las cárceles, de la tortura-método para destrucción moral y síquica empleado por las fuerzas armadas y la policía desde 1968 en adelante.
Es un contrasentido de la lógica más elemental que se sostenga que el camino al socialismo pasa por privilegiar las ganancias de los bancos, los estancieros y las empresas extranjeras. Las contradicciones y las estupideces en el discurso frenteamplista hacen que los jóvenes se retraigan y se alejen de las capillas; no sienten los lazos afectivos que los más viejos al Frente Amplio. No vivieron las persecuciones y violencia que crearon la identidad pueblo-Frente Amplio en los '70 y la recrearon desde 1983. Será el menos malo de todos los partidos del sistema, como dicen, pero no les conmueve las entrañas el relato de rejas y palos de sus abuelos, madres y padres.
En los dos últimos períodos electorales, los menores de veinticinco participaron masivamente en las luchas sociales trascendentes: el “Voto Rosado” para anular la ley de la Impunidad; la movilización en defensa de la tierra, del agua y del aire y, en concreto, contra el proyecto de minería a cielo abierto de Aratiri y el gobierno; y, ahora, el “No a la Baja” contra el proyecto reaccionario de bajar la edad de imputabilidad. Huyeron de los partidos pero generan acción política por fuera de ellos, los colocan entre la espada y la pared y los obligan a definirse. No sienten el fervor de la campaña electoral, parecen indiferentes y desinteresados, pero se entusiasmaron con luchas y movilizaciones altamente ideologizadas.
El fenómeno tiene varias lecturas, la más popularizada es que la juventud “no quiere nada, no es como nosotros, los del '80 o los del '83”; con menos prejuicio en las gafas, se podría comparar el alejamiento masivo de las estructuras partidarias de hoy, con el que protagonizamos en 1960 los que teníamos menos de veinticinco años. Son los mismos interrogantes e idéntico desencanto. Ayer entendimos la necesidad del socialismo y se abrieron nuevos caminos de lucha... ¿Podrá ocurrir lo mismo a la juventud actual? Plantearse el problema anticipa la respuesta positiva. Probablemente, casi que con toda seguridad, a nueva nueva izquierda surgirá de las necesidades lucha social en que están involucrados los jóvenes. Lucharán contra el capitalismo mundializado como lo están haciendo las juventudes de medio mundo,
el carácter de su revolución tendrá que ser socialista de liberación nacional, para sacudirse al mismo tiempo el yugo de los dueños del Uruguay y de los dueños del mundo. La emancipación social en territorio nacional implica la emancipación del capital transnacional y del poder político militar de los EEUU, en un proceso revolucionario donde ambos aspectos son indistinguibles e indiferenciables, como lo fueron en la Revolución Cubana. Ahí estaremos los viejos sobrevivientes si nos dan cabida y la chance de tirar alguna piedra.
Me niego a creer que todo se reduce a oponer un programa más acabado al del Frente Amplio. La historia particular de cada organización partidaria, así como la metodología empleada en relación con el movimiento de masas y en el modo de tomar decisiones a la interna, hacen tanto al programa como la reforma agraria o el no pago de la deuda externa.
En lo personal, además, luego de una dramática experiencia de vida política y viendo la perspectiva emancipadora desde la lucha social, creo a pies juntillas que el nuevo movimiento revolucionario anticapitalista se va a destacar por una postura moral muy principista. Algo semejante a aquella luz moral de los primeros anarquistas y comunistas que vinieron al Río de la Plata y concitaron el respeto y la admiración. En nuestros primeros años, los tupamaros también supimos preocuparnos por los valores ideológicos básicos como una forma de hacer política. Aferrarse a los principios de la moral revolucionaria es un mensaje que siempre encuentra oídos receptivos.
Debo reconocer no creo conveniente organizar un espacio partidario que se diga de intención revolucionaria y participe en las elecciones nacionales. Entiendo necesario dar a la juventud uruguaya un mensaje de independencia y autonomía., de principismo. En estos años y en el Uruguay quiero estar bien lejos del estalinismo, lejos del pragmatismo, lejos del doble discurso, lejos de los acuerdos que dejan de lado principios para obtener una banca, lejos del oportunismo electoralista y de la utilización interesada de los demás. Votaré en blanco hoy y en el ballotage. Estoy demasiado viejo para dejarme arrear al matadero de ojos abiertos.
Un abrazo fraternos a todas y todos, incluso a aquellos que luchan por la revolución y no están de acuerdo conmigo en esta instancia electoral. Lo que vota no es la definición más trascendental de una persona. Algo hemos aprendido en ese sentido ¿no es así?
¿Cómo distinguir entre los abrazos de Lacalle y Jorge Batlle dieron a George Bush (padre) y los abrazos que Mujica regala a Obama y Julissa Reynoso? ¿cuál de los dos presidentes de EEUU es más genocida que el otro? ¿por qué en un caso se hablaba de “sumisión” y en el otro se dice con orgullo que “hablaron de igual a igual”? ¿es igual Mujica que Obama?.
¿Cuán distintos son el “olvido y perdón”, política de impunidad con vaselina de Astori, Mujica y Vázquez, de la impunidad sin lubricante de Sanguinetti, Lacalle Herrera y Jorge Batlle?. Tampoco se puede diferenciar la tortura-instrumento de educación progresista que impide a los adolescentes escapar de las cárceles, de la tortura-método para destrucción moral y síquica empleado por las fuerzas armadas y la policía desde 1968 en adelante.
Es un contrasentido de la lógica más elemental que se sostenga que el camino al socialismo pasa por privilegiar las ganancias de los bancos, los estancieros y las empresas extranjeras. Las contradicciones y las estupideces en el discurso frenteamplista hacen que los jóvenes se retraigan y se alejen de las capillas; no sienten los lazos afectivos que los más viejos al Frente Amplio. No vivieron las persecuciones y violencia que crearon la identidad pueblo-Frente Amplio en los '70 y la recrearon desde 1983. Será el menos malo de todos los partidos del sistema, como dicen, pero no les conmueve las entrañas el relato de rejas y palos de sus abuelos, madres y padres.
En los dos últimos períodos electorales, los menores de veinticinco participaron masivamente en las luchas sociales trascendentes: el “Voto Rosado” para anular la ley de la Impunidad; la movilización en defensa de la tierra, del agua y del aire y, en concreto, contra el proyecto de minería a cielo abierto de Aratiri y el gobierno; y, ahora, el “No a la Baja” contra el proyecto reaccionario de bajar la edad de imputabilidad. Huyeron de los partidos pero generan acción política por fuera de ellos, los colocan entre la espada y la pared y los obligan a definirse. No sienten el fervor de la campaña electoral, parecen indiferentes y desinteresados, pero se entusiasmaron con luchas y movilizaciones altamente ideologizadas.
El fenómeno tiene varias lecturas, la más popularizada es que la juventud “no quiere nada, no es como nosotros, los del '80 o los del '83”; con menos prejuicio en las gafas, se podría comparar el alejamiento masivo de las estructuras partidarias de hoy, con el que protagonizamos en 1960 los que teníamos menos de veinticinco años. Son los mismos interrogantes e idéntico desencanto. Ayer entendimos la necesidad del socialismo y se abrieron nuevos caminos de lucha... ¿Podrá ocurrir lo mismo a la juventud actual? Plantearse el problema anticipa la respuesta positiva. Probablemente, casi que con toda seguridad, a nueva nueva izquierda surgirá de las necesidades lucha social en que están involucrados los jóvenes. Lucharán contra el capitalismo mundializado como lo están haciendo las juventudes de medio mundo,
el carácter de su revolución tendrá que ser socialista de liberación nacional, para sacudirse al mismo tiempo el yugo de los dueños del Uruguay y de los dueños del mundo. La emancipación social en territorio nacional implica la emancipación del capital transnacional y del poder político militar de los EEUU, en un proceso revolucionario donde ambos aspectos son indistinguibles e indiferenciables, como lo fueron en la Revolución Cubana. Ahí estaremos los viejos sobrevivientes si nos dan cabida y la chance de tirar alguna piedra.
Me niego a creer que todo se reduce a oponer un programa más acabado al del Frente Amplio. La historia particular de cada organización partidaria, así como la metodología empleada en relación con el movimiento de masas y en el modo de tomar decisiones a la interna, hacen tanto al programa como la reforma agraria o el no pago de la deuda externa.
En lo personal, además, luego de una dramática experiencia de vida política y viendo la perspectiva emancipadora desde la lucha social, creo a pies juntillas que el nuevo movimiento revolucionario anticapitalista se va a destacar por una postura moral muy principista. Algo semejante a aquella luz moral de los primeros anarquistas y comunistas que vinieron al Río de la Plata y concitaron el respeto y la admiración. En nuestros primeros años, los tupamaros también supimos preocuparnos por los valores ideológicos básicos como una forma de hacer política. Aferrarse a los principios de la moral revolucionaria es un mensaje que siempre encuentra oídos receptivos.
Debo reconocer no creo conveniente organizar un espacio partidario que se diga de intención revolucionaria y participe en las elecciones nacionales. Entiendo necesario dar a la juventud uruguaya un mensaje de independencia y autonomía., de principismo. En estos años y en el Uruguay quiero estar bien lejos del estalinismo, lejos del pragmatismo, lejos del doble discurso, lejos de los acuerdos que dejan de lado principios para obtener una banca, lejos del oportunismo electoralista y de la utilización interesada de los demás. Votaré en blanco hoy y en el ballotage. Estoy demasiado viejo para dejarme arrear al matadero de ojos abiertos.
Un abrazo fraternos a todas y todos, incluso a aquellos que luchan por la revolución y no están de acuerdo conmigo en esta instancia electoral. Lo que vota no es la definición más trascendental de una persona. Algo hemos aprendido en ese sentido ¿no es así?
jueves, 9 de octubre de 2014
Voto y herejía
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VOTO Y HEREJÍA
Por Jorge Zabalza para Voces.
“Sintéticamente, no comparto las políticas que implican someter el país y a su población al modelo económico “global” de los capitales transnacionales en el que, a pesar de los discursos, la mitad de los trabajadores gana menos de 15.000 pesos. Discrepo con el proceso de concentración y extranjerización de la propiedad de la tierra. No estoy de acuerdo con los privilegios abusivos (exoneraciones tributarias, puertos, zonas francas, leyes hechas a la medida) concedidos a la gran inversión extranjera y negados en cambio a la inversión y al trabajo nacionales. (…) Me indigna la ley de bancarización obligatoria (hipócritamente denominada de “inclusión financiera”), que favorece el endeudamiento de la población de menos recursos y significa la intromisión inevitable de los bancos en todas las transacciones económicas, incluido el pago de los sueldos”. Coincido totalmente con la columna “el voto discrepante” de Hoenir en el VOCES del 2 de octubre. No es la primera coincidencia que tengo con la familia Sarthou y espero que no sea la última.
“Sintéticamente, no comparto las políticas que implican someter el país y a su población al modelo económico “global” de los capitales transnacionales en el que, a pesar de los discursos, la mitad de los trabajadores gana menos de 15.000 pesos. Discrepo con el proceso de concentración y extranjerización de la propiedad de la tierra. No estoy de acuerdo con los privilegios abusivos (exoneraciones tributarias, puertos, zonas francas, leyes hechas a la medida) concedidos a la gran inversión extranjera y negados en cambio a la inversión y al trabajo nacionales. (…) Me indigna la ley de bancarización obligatoria (hipócritamente denominada de “inclusión financiera”), que favorece el endeudamiento de la población de menos recursos y significa la intromisión inevitable de los bancos en todas las transacciones económicas, incluido el pago de los sueldos”. Coincido totalmente con la columna “el voto discrepante” de Hoenir en el VOCES del 2 de octubre. No es la primera coincidencia que tengo con la familia Sarthou y espero que no sea la última.
La expansión de la
soja transgénica y de los agrotóxicos, las plantas de celulosa, la megaminería
podrán aumentar las cifras de nuestras exportaciones pero no nos harán más
libres ni más sanos. Creo que el experimento Tabaré-Mujica-Astori (múltiplos
cuyo orden puede cambiarse sin alterar el resultado), compartido por los cuatro
partidos del sistema, fortaleció los vínculos de dependencia del Uruguay: basta
con la caída de los precios de la soja en la bolsa de Chicago o con una
decisión de la Reserva Federal de los EEUU, para que llegue a su fin la fiesta
iniciada en el 2004. De ojos bien abiertos, el Uruguay Progresista camina hacia
el desbarranque. ¿Qué pasará cuando ocurra lo que le ocurrió a la
socialdemocracia en Europa? ¿Qué pasará cuando se cierre la canilla del MIDES y
el gobierno se vea “obligado” a desvincular los salarios de la inflación?.
Hay que preguntarse si
en el marco del capitalismo “global” son posibles políticas económicas y
sociales de carácter popular, diferentes a estas que instrumenta el astorismo.
Se llegó a un punto de la historia -cambio climático más miseria globalizada
más aventuras guerreras de los EEUU- en que no caben más retoques, la única
salida es luchar contra el capitalismo antes que termine con el mundo:
socialismo o muerte pero, en concreto, en este Uruguay de la alienación
progresista ¿hay espacios políticos para esa necesaria lucha anticapitalista?
Cuando el gobierno y el parlamento aprobaron la ley que privilegia la instalación de la megamina a
cielo abierto en Valentines, no previeron la firmeza de los movimientos
sociales para oponerse al “Plan Aratiri” (regasificadora para alimentar de
energía la megamina y un mineroducto que llevaría el mineral al puerto de aguas
profundas en Rocha). Se movilizaron en Cerro Chato y Valentines los
supuestamente beneficiarios de los puestos de trabajo que falsamente prometía
la empresa. En Tacuarembó se recogieron 14.000 firmas rechazando futuras
aventuras de megaminería. Paradójicamente el descontento se hizo lucha en el
interior profundo, por lo general pasivo frente a las decisiones
gubernamentales que les caen del cielo. Si los gobernantes fueran más
sensibles, pensarían dos veces antes de ir a mendigar a Finlandia por una nueva
planta de celulosa. Por su parte, el puerto de aguas profundas también despertó
gran descontento entre los pobladores de la Costa Atlántica que continúan
movilizados en defensa del agua, del aire y de la tierra. Con idénticas
convicciones continúa la recolección de firmas para impulsar un plebiscito a
nivel nacional. Las luchas dispersas confluyeron en las marchas masivas por la
Avenida Dieciocho de Julio, que lograron romper el cerco informativo y que el
gobierno postergara la firma del contrato con Aratiri. Sin dudas fue la
oposición más seria y contundente al capitalismo “global” en el Uruguay y, por
consiguiente, a la anterior pregunta hay que responderle que sí, que hay
espacios sociales y políticos para un movimiento anticapitalista.
No estamos inventando nada nuevo. Es solamente una lección recogida en
la historia reciente del movimiento popular uruguayo porque...¿de dónde
surgieron el Congreso del Pueblo y la CNT, las organizaciones que cambiaron el
panorama del Uruguay de los '60? ¿Producto de qué fueron las organizaciones
revolucionarias que conmovieron la sociedad (MLN, OPR-33, GAU, MIR)? ¿Cuál fue
el vientre donde se gestaron los Raúl
Sendic, León Duarte y Héctor Rodríguez?: la lucha de los gremios solidarios, de
los cañeros UTAA, de los trabajadores de FUNSA, del movimiento estudiantil de
solidaridad con Cuba Revolucionaria..... en el mismo momento que se daba la
lucha social y reivindicativa, confluyeron de corrientes anticapitalistas
muchas de ellas electoralistas y parlamentarias y se fueron formando luchadores
y organizaciones por la revolución: eran fases diferentes de un proceso
histórico único. Aspectos diferentes de
un desarrollo continuo, que no es posible analizar cada cual por separado,
aislándolos entre sí, son como las fases que muestra la luna en un mismo
momento según el punto del planeta desde el cual se la observa. Hoy día, la
gente pelea por detener la barbarie de la megaminería pero, al mismo tiempo,
sin solución de continuidad, se está enfrentando las concepciones capitalistas
en varias de sus dimensiones y, al interior de la lucha social, hay sectores
que cobran consciencia de la necesidad de la transformación revolucionaria de
la sociedad.
La madre del movimiento anticapitalista es la lucha social. Y en ella,
los luchadores que se independizaron de la disciplina partidaria, comienzan a
pensar con autonomía, dejan de aplaudir sin pensar y eligen otro camino, el de
la justicia social. Surge el pensamiento crítico e independiente y los
caminantes se fijan sus propias reglas de juego. Las vicisitudes de la lucha y
las diferencias que surjan, crearán la necesidad de que los afines se vayan
agrupando en distintas corrientes ideológicas, algunas de ellas con ideas
revolucionarias. El conjunto conformará un movimiento muy complejo que será a
la vez socialmente reivindicativo, anticapitalista y revolucionario, todo
depende de donde se ubique el que analiza la lucha. Claro que hay quienes creen
que en 1960 se juntaron cuatro o cinco “cráneos” que cranearon la teoría sobre
cómo hacer la revolución y luego convocaron a las masas para que se sumaran a
la lucha. No fue así, no será así. La organización revolucionaria surge
naturalmente por necesidad de las luchas de los movimientos sociales. Ni antes
ni después, en su interior.
Por eso me resulta imposible analizar la actual campaña electoral por
separado de la lucha contra la megaminería, del proceso de surgimiento de un
movimiento anticapitalista y de la construcción del movimiento revolucionario.
Desde este punto de vista, el voto discrepante es bastante más que un voto en
blanco o nulo: aunque el votante no lo perciba, puede ser su primer gesto de
conquista de la independencia y de la autonomía. Un acto trascendental de su
vida política individual, que le cambiará sus gafas y le permitirá percibir la
realidad desde un punto de vista muy diferente al del aceptar y acatar. El o la
votante, decepcionada por la adscripción de “su” gobierno a todo lo que antes
se había criticado, irritada por los ataques sin fundamento de la santa
inquisición, toma la decisión de separarse de la feligresía y convertirse en
hereje y la herejía fue la condición previa al surgimiento de movimiento
revolucionarios de nuevo tipo, la herejía de Carlos Marx y Federico Engels, la
de Bakunin y Malatesta, la de Lenin y Trosky, la de Fidel y el Ché Guevara. La
de Raúl Sendic.
Jorge Zabalza
viernes, 19 de septiembre de 2014
La máscara
http://www.theguardian.com/world/2014/sep/18/-sp-is-this-worlds-most-radical-president-uruguay-jose-mujica
Estimado Jorge Zabalza. Hemos hablado por teléfono hace un par de minutos y convenido en que le mandaría este correo con algunas preguntas sobre la presidencia de Mujica, el Frente Amplio y el rumbo que a tomado el MLN-T.
En el breve lapso de los últimos diez años, el cultivo de la soja transgénica pasó de ocupar escasas 20.000 hectáreas a más de un millón y medio, casi el 10% de la tierra cultivable del Uruguay. Aunque es el principal producto de exportación, no se le agrega valor alguno: el 95% se envía a granel para ser industrializada en China y Europa. El Ministerio de Economía contabiliza como “exportado” el grano que atraviesa los portones de la Zona Franca de Nueva Palmira: el 80% de la cosecha de soja sale a través de ese enclave extranjero sin pagar impuestos.
Según el Censo Agropecuario, el volumen de agrotóxicos que consume Uruguay se multiplicó casi que por 5 (de unas 4.000 toneladas pasó a casi 19.000); por las mismas razones, la importación de fertilizantes se duplicó (de 243.000 toneladas a 556.000). Las otrora naturales praderas del Plata hoy están bañadas en las sustancias químicas que requiere la soja transgénica. Suman cientos las denuncias por intoxicaciones de personas y contaminación de los ríos y arroyos.
Como el cultivo de la soja no requiere mano de obra, se expulsa de la tierra a sus habitantes: entre el 2000 y el 2011 el número de asalariados rurales sufrió una reducción del 26,5% y la población dedicada a las tareas agrícolas disminuyó en un 43,7%. Como la rentabilidad es mayor si se cultiva en grandes extensiones, la expansión de la soja aceleró el proceso de concentración de la propiedad de la tierra, grandes. Uruguay va camino a ser un gigantesco y despoblado latifundio.
¿Cómo ha sido posible una transformación tan profunda del campo uruguayo? La expansión de la soja en todo el Cono Sur es el gran negocio de la Monsanto, Cargill y otras corporaciones transnacionales que especulan con la producción de alimentos en el mundo. Se benefician también los llamados pools de siembra, empresas de bandera argentina, cuyo ejemplo paradigmático son “Los Grobo”, propiedad de Gustavo Grobocopatel, el “rey de la soja” del MERCOSUR.
Los inversores llegan a estas playas, atraídos por las leyes de inversiones y de zonas francas que les entregan gratuitamente el rico patrimonio nacional, pero también por las promesas y guiños del presidente Mujica. Antes de iniciar su mandato, en un “almuerzo de trabajo” en el Hotel Conrad de Punta del Este, Mujica pidió a los empresarios extranjeros que vinieran al Uruguay y les prometió que gozarían de prerrogativas y nadie los castigaría con impuestos como las detracciones que los exportadores de soja pagan en la Argentina. Cinco años después, al ir a pedir a los capitales finlandeses que vengan por favor a construir otra planta de pasta de celulosa, el presidente Mujica opina públicamente que es un “sacrificio” que hace para crear puestos de trabajo. Sin embargo, las propias cifras de su gobierno demuestran que por cada hectárea que la forestación roba a la ganadería, se expulsa cinco asalariados rurales del campo y se los envía a vegetar en la periferia de Montevideo. En proporción a su población y territorio, gracias a las genuflexiones de sus gobernantes, Uruguay está orgullosos de ser el país de América Latina que recibió la mayor cantidad de inversión extranjera directa, orgullosos de ser una nación dependiente del sube y baja del precio internacional de los “commodities” en la bolsa de Chicago.
El modelo se completa con una Deuda Externa cuyo monto absoluto crece cada día y que determina aspectos esenciales de nuestra vida: los gastos en la educación pública, la construcción de viviendas accesibles al pobre y en la atención de la salud son restringidos para pagar intereses y amortizaciones a los acreedores. No se salda la deuda social pero se “honra” la deuda externa, que nos somete a los vaivenes de la tasa de interés fijada por la Reserva Federal de los EEUU.
Nos hicieron un país deformado por la inversión extranjera y condenado de por vida al pago de la Deuda. No es esta la revolución agraria de José Artigas en 1815, ni la patria socialista por la que murieron tantas y tantos en los años '70; ni siquiera es el Uruguay Productivo que definieron las bases frenteamplistas antes del 2005. ¿Quién determinó este destino para nuestra patria? ¿Fue algún Congreso del Frente Amplio? No, de ninguna manera. Es obra de Danilo Astori, Tabaré Vázquez y José Mujica, operadores políticos de los capitales transnacionales que transformaron la matriz productiva del Uruguay.
En base a los datos del impuesto a la renta recaudado por Impositiva, el Instituto de Economía de la Universidad de la República logró determinar que el 1% de los uruguayos más ricos, unas 23.000 personas, se apropian de la misma parte del ingreso nacional que el 50% más pobre, alrededor de 1:150.000 personas. Ese dato se completa con la noticia de que, en estos meses del 2014, las ganancias de los bancos privados han sido las mayores de los últimos cuatro años. También creció la rentabilidad de los negocios de exportación e importación, del “agronegocio”, de la producción de carne vacuna y ovina, la especulación inmobiliaria, el transporte de carga y el turismo. El crecimiento de la economía uruguaya, su desarrollo y el modelo agroexportador, están administrados para enriquecer aún más a los más ricos. A pesar de la imagen de redistribución que vende el gobierno, en estos diez años la concentración del ingreso nacional ha sido la más regresiva e injusta de los últimos cien años.
Esa regresión ha producido un agravamiento de la injusticia social. Veamos un par de datos que convalidan esa afirmación: la Universidad de la República puso en conocimiento del público que la cifra real de niños menores de 6 años que nacían pobres era del 49,2%, casi el doble del 27,3% que contabilizaban los organismos gubernamentales. En los mismos días la prensa se enteró que más de 100.000 jóvenes “ni trabaja ni estudia”, hecho que las estadísticas oficiales pretendían ignorar. Por otra parte, a pesar de los consejos de salarios y de la protección sindical, la mitad de los asalariados se mantiene por debajo de los 16.000 pesos. Al definir la pobreza por una “línea” de ingresos monetarios, que en julio de 2014 se fijó en 9.800 pesos, para el gobierno no son pobres estos asalariados, sin embargo, sus ingresos que no cubren la tercera parte de las necesidades básicas. La pobreza es un fenómeno cultural y no solamente de ingresos insuficientes: en Uruguay viven bastante más de un millón de pobres, la tercera parte de la población, cuya cultura es una forma empobrecida de pensar y de sentir, marginada de la estructura del conocimiento y la educación, que para sobrevivir emplea códigos muy diferentes a los empleados por quienes están incluidos en la vida del consumo y el escaparate. La pobreza endémica, cuatro o cinco generaciones de uruguayos pobres, es consecuencia irremediable del modo de reproducirse el capital y, en el Uruguay, crece en la misma medida que aumentan las inversiones de las corporaciones transnacionales. La instalación de una fábrica de pasta de celulosa “aumenta en tres o cuatro puntitos el PBI” (al decir de Mujica) pero se alimenta manteniendo salarios bajos, infantilizando la pobreza y dejando a la juventud sin futuro.
Por otra parte, también es cierto que un sector de trabajadores aumentó su consumo y su confort a nivel de la clase media. El progresismo instaló consejos donde se fija el monto del salario por acuerdo entre trabajadores y empresarios con participación del Ministerio de Trabajo. La medida estableció una instancia “institucionalizada” para la lucha salarial, una especie de “lucha permitida” que se tradujo en crecimiento del número de sindicatos y de la cantidad de trabajadores afiliados y que mejoró sensiblemente los ingresos de aproximadamente una tercera parte de los trabajadores uruguayos. Esa transferencia de poder adquisitivo fue un impulso decisivo para la expansión del consumo y, por consiguiente, del crecimiento del PBI en Uruguay. Sin embargo, el bienestar de una parte no puede servir para ocultar la situación real de la gran mayoría de los trabajadores.
La población empobrecida ha sido empujada hacia los barrios que rodean Montevideo, zonas que parecen trasplantadas del África pobre y están cuidadosamente separadas de las zonas donde los ricos viven como en el Primer Mundo. Pese a que la CEPAL y “The Economist” felicitan al gobierno de José Mujica por sus logros, la brecha entre los más ricos y los más pobres ha tomado dimensiones escandalosas. El Uruguay está recorriendo el camino que ya recorrieron Europa y los EEUU... algún día el Mujica deberá rendir cuentas por su hipocresía de crearse una imagen de “presidente más pobre del mundo” y favorecer la concetración de ingreso y de la riqueza.
Más del 10% de los montevideanos vive en asentamientos irregulares. Es una población condenada por el sistema: las élites la identifican como amenaza a su seguridad y le declararon una guerra preventiva. Su existencia pasa a ser la justificación del gasto en las más modernas tecnologías de vigilancia, control y represión. Por acuerdo entre ambos gobiernos, se permitió la intervención de “asesores” de EEUU en la instrucción de los policías y guardias carcelarios del Uruguay. Los “conocimientos” que vienen del appartheid estadounidense se suman a las enseñanzas ya impartidas por la policía israelí, experta en el “control” de la nación palestina. No es de extrañar entonces que se haya vuelto sistemático el abuso y la violencia policial contra los barrios de la periferia, ni que se torture en las cárceles para adolescentes.
El modelo productivo crea marginación y exclusión social que la policía se encarga de controlar reprimiendo. El significado profundo del fenómeno es el abandono de los mecanismos pacíficos para resolver conflictos sociales y la opción por el ejercicio institucional de la violencia. Los partidos políticos permanecen pasivos frente a los torturadores y el “gatillo fácil”. De continuar en ese rumbo, más temprano que tarde, se comenzarán a violar sistemáticamente los derechos humanos.
La actual violencia policial no está desligada de la impunidad que disfrutan los criminales que cometieron delitos de lesa humanidad entre 1968 y 1985. En el Pacto del Club Naval (1984), que permitió el retorno a la vida parlamentaria y electoral, los mandos militares exigieron no ser castigados por sus delitos. La impunidad se volvió el programa político del partido militar y embanderados con ella, transitan esta “democracia” que se les impuso. La firmeza de sus reclamos doblegó la voluntad de las élites e impuso las políticas de olvido y perdón que determinan el clima ideológico actual. La Verdad y la Justicia desaparecieron del debate electoral en la actual campaña; no preocupa a ninguno de los cuatro partidos que compiten por escaños parlamentarios. Dicho contexto ha provocado un retroceso en la investigación y condena judicial de los culpables de delitos de lesa humanidad. Pese a los recomendaciones internacionales de ser diligentes en las causas de derechos humanos, el gobierno y el Poder Judicial parecen haberse comprometido a encubrir los militares acusados de desapariciones forzosas, asesinatos, violaciones y torturas. Esa impunidad crea un clima subjetivo de doble moral que favorece el resurgimiento del abuso y la violencia policial en los barrios, así como la tortura, vejamenes y persecuciones a los adolescentes privados de su libertad. En esta cuestión es donde la apostasía muestra sus facetas más pervertidas... tal vez se pueda calificar como “debilidad humana” que Mujica, Fernández Huidobro y otros ex-guerrilleros que los acompañan, abandonen las filas de la lucha por el socialismo y se vuelvan operadores de las grandes corporaciones transnacionales; tal vez hasta se pueda comprender que sean indiferente a las condiciones de pobreza en que viven más de la tercer parte de los uruguayos y hayan cruzado la trinchera para firmar acuerdos militares con el Pentágono y tomar whisky con los reyes del imperio como Obama, Soros y Rockefeller; pero excede toda capacidad de compresión y despierta ganas de matarlos el doblez ético y moral que los lleva a proteger los torturadores y asesinos del terrorismo de estado, a los que mataron, desaparecieron, violaron y torturaron a sus compañeras y compañeros, a los que ellos mismos habían convocado a dar la vida por la emancipación social. Abjuraron de sus principios, de sus sentimientos más profundos, aquellos que se volvían lágrimas ante la noticia de la muerte del hermano querido... Son apóstatas y, si logran sobrevivir a sus consciencias, serán recordados por la historia como los Malinche del siglo XXI. Imperdonables.
Los carros y caballos de los clasificadores de residuos ocupan el centro de la ciudad y los montevideanos se enteran de que existe un mundo desconocido allende los muros invisibles de la marginación. La Suprema Corte de Justicia deja en libertad a los asesinos del maestro Julio Castro, uno de los desaparecidos emblemáticos, y los uruguayos cobran consciencia de que la hipocresía institucionalizada protege a los criminales de lesa humanidad. Aparecen en la pantalla los niños y las mujeres de una zona rural mostrando sus manchas en la piel agredida por el glifosato o el agua potable se enturbia por la contaminación del río, y los montevideanos se dan cuenta que el “agronegocio” es agresión, enfermedad y muerte. Aunque los medios masivos reiteren hasta el cansancio que ha bajado la pobreza y la indigencia, a los votantes el sueldo no les alcanza para llegar a fin de mes y ven como hay gente viviendo de la basura, limpiando parabrisas los semáforos y durmiendo en la calle. La gente sabe que son un desastre los institutos de enseñanza donde concurren sus hijos aunque Tabaré Vázquez repita que la educación “va bien”. Los votantes tal vez ni se enteren de las críticas que recibe el gobierno desde la “izquierda radical”, pero se desalientan con la evidente contradicción entre las promesas soñadas y los diez años de gobierno. Los hechos enseñan más que mil discursos o artículos en las redes sociales. ...¿Por qué un gobierno que afirma haber terminado con la pobreza, deja de ser apoyado con entusiasmo por la militancia? ¿Cómo puede ser? El Frente Amplio triunfó ampliamente en las elecciones nacionales del 2004, cuando el carismático Tabaré Vázquez convocaba a hacer “temblar las raíces del neoliberalismo”. Diez años más tarde puede verse que no temblaron las raíces ni nada; la clave del fenómeno “desilusión” hay que buscarla en la ausencia del terremoto prometido. Es la misma historia de Rodríguez Zapatero, Hollande y la socialdemocracia europea. El mismo proceso de desencanto que parece estar ocurriendo en Brasil.
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Estimado Jorge Zabalza. Hemos hablado por teléfono hace un par de minutos y convenido en que le mandaría este correo con algunas preguntas sobre la presidencia de Mujica, el Frente Amplio y el rumbo que a tomado el MLN-T.
En
el fondo me interesa saber hasta que punto usted cree que Mujica ha
traicionado, o no, los valores originales del MLN. ¿Es así? ¿Se
puede decir que la política que ha seguido desde la presidencia es
de izquierdas? ¿Se han beneficiado los mas pobres de su gestión?
¿Se equivocó el MLN-T al abrazar el pragmatismo del que hace alarde
el presidente? ¿Cuáles son los problemas que no han podido
resolver?
No
quiero aburrirle demasiado con preguntas. Me interesa mas su
valoración general de los cambios que se han producido en el MLN y
en que cree que se ha equivocado Mujica y las otras figuras
destacadas del movimiento.
Muchísimas
gracias.
Giles
Tremlett
Contributing
Editor based in Madrid
The
Guardian
.
Señor Giles Tremlett.
Agradezco su interés por mi
opinión. Agradezco su llamada y su mail, pero sus preguntas podrían
obtener respuestas que dibujen una caricatura de mi visión sobre el
fenómeno Mujica-Huidobro. Le seré franco: no me agrada pasar como
el esquemático y cuadrado crítico del gran pensador y filósofo
José Mujica. He preferido escribirle estas apresuradas líneas que
no sé si “The Guardian” podrá publicarlas. De todas maneras, de
ellas usted puede extraer sus conclusiones y espero que le sirvan
para algo.
Por supuesto me reservo el
derecho de poner en conocimiento del público “La Máscara”.
Sin más, agradezco el
incentivo a escribir.
Saluda atte.
Jorge Zabalza
LA
MÁSCARA
El mundo conoce el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto, la legalización de la marihuana, el discurso en las Naciones Unidas del presidente más pobre del mundo, los goles de Suárez....los rasgos más bellos de la bella máscara con que se presenta Uruguay. La intención de este artículo es aproximar el lector al modelo productivo uruguayo, a sus consecuencias sociales y a la cuestión de los derechos humanos. Apenas son algunos datos que indican, a quien le interese, por dónde explorar y descubrir la cara más fea de la realidad uruguaya, la que oculta su máscara de presentación.
El
modelo productivo
En el breve lapso de los últimos diez años, el cultivo de la soja transgénica pasó de ocupar escasas 20.000 hectáreas a más de un millón y medio, casi el 10% de la tierra cultivable del Uruguay. Aunque es el principal producto de exportación, no se le agrega valor alguno: el 95% se envía a granel para ser industrializada en China y Europa. El Ministerio de Economía contabiliza como “exportado” el grano que atraviesa los portones de la Zona Franca de Nueva Palmira: el 80% de la cosecha de soja sale a través de ese enclave extranjero sin pagar impuestos.
Según el Censo Agropecuario, el volumen de agrotóxicos que consume Uruguay se multiplicó casi que por 5 (de unas 4.000 toneladas pasó a casi 19.000); por las mismas razones, la importación de fertilizantes se duplicó (de 243.000 toneladas a 556.000). Las otrora naturales praderas del Plata hoy están bañadas en las sustancias químicas que requiere la soja transgénica. Suman cientos las denuncias por intoxicaciones de personas y contaminación de los ríos y arroyos.
Como el cultivo de la soja no requiere mano de obra, se expulsa de la tierra a sus habitantes: entre el 2000 y el 2011 el número de asalariados rurales sufrió una reducción del 26,5% y la población dedicada a las tareas agrícolas disminuyó en un 43,7%. Como la rentabilidad es mayor si se cultiva en grandes extensiones, la expansión de la soja aceleró el proceso de concentración de la propiedad de la tierra, grandes. Uruguay va camino a ser un gigantesco y despoblado latifundio.
¿Cómo ha sido posible una transformación tan profunda del campo uruguayo? La expansión de la soja en todo el Cono Sur es el gran negocio de la Monsanto, Cargill y otras corporaciones transnacionales que especulan con la producción de alimentos en el mundo. Se benefician también los llamados pools de siembra, empresas de bandera argentina, cuyo ejemplo paradigmático son “Los Grobo”, propiedad de Gustavo Grobocopatel, el “rey de la soja” del MERCOSUR.
Los inversores llegan a estas playas, atraídos por las leyes de inversiones y de zonas francas que les entregan gratuitamente el rico patrimonio nacional, pero también por las promesas y guiños del presidente Mujica. Antes de iniciar su mandato, en un “almuerzo de trabajo” en el Hotel Conrad de Punta del Este, Mujica pidió a los empresarios extranjeros que vinieran al Uruguay y les prometió que gozarían de prerrogativas y nadie los castigaría con impuestos como las detracciones que los exportadores de soja pagan en la Argentina. Cinco años después, al ir a pedir a los capitales finlandeses que vengan por favor a construir otra planta de pasta de celulosa, el presidente Mujica opina públicamente que es un “sacrificio” que hace para crear puestos de trabajo. Sin embargo, las propias cifras de su gobierno demuestran que por cada hectárea que la forestación roba a la ganadería, se expulsa cinco asalariados rurales del campo y se los envía a vegetar en la periferia de Montevideo. En proporción a su población y territorio, gracias a las genuflexiones de sus gobernantes, Uruguay está orgullosos de ser el país de América Latina que recibió la mayor cantidad de inversión extranjera directa, orgullosos de ser una nación dependiente del sube y baja del precio internacional de los “commodities” en la bolsa de Chicago.
El modelo se completa con una Deuda Externa cuyo monto absoluto crece cada día y que determina aspectos esenciales de nuestra vida: los gastos en la educación pública, la construcción de viviendas accesibles al pobre y en la atención de la salud son restringidos para pagar intereses y amortizaciones a los acreedores. No se salda la deuda social pero se “honra” la deuda externa, que nos somete a los vaivenes de la tasa de interés fijada por la Reserva Federal de los EEUU.
Nos hicieron un país deformado por la inversión extranjera y condenado de por vida al pago de la Deuda. No es esta la revolución agraria de José Artigas en 1815, ni la patria socialista por la que murieron tantas y tantos en los años '70; ni siquiera es el Uruguay Productivo que definieron las bases frenteamplistas antes del 2005. ¿Quién determinó este destino para nuestra patria? ¿Fue algún Congreso del Frente Amplio? No, de ninguna manera. Es obra de Danilo Astori, Tabaré Vázquez y José Mujica, operadores políticos de los capitales transnacionales que transformaron la matriz productiva del Uruguay.
Consecuencias
sociales.
En base a los datos del impuesto a la renta recaudado por Impositiva, el Instituto de Economía de la Universidad de la República logró determinar que el 1% de los uruguayos más ricos, unas 23.000 personas, se apropian de la misma parte del ingreso nacional que el 50% más pobre, alrededor de 1:150.000 personas. Ese dato se completa con la noticia de que, en estos meses del 2014, las ganancias de los bancos privados han sido las mayores de los últimos cuatro años. También creció la rentabilidad de los negocios de exportación e importación, del “agronegocio”, de la producción de carne vacuna y ovina, la especulación inmobiliaria, el transporte de carga y el turismo. El crecimiento de la economía uruguaya, su desarrollo y el modelo agroexportador, están administrados para enriquecer aún más a los más ricos. A pesar de la imagen de redistribución que vende el gobierno, en estos diez años la concentración del ingreso nacional ha sido la más regresiva e injusta de los últimos cien años.
Esa regresión ha producido un agravamiento de la injusticia social. Veamos un par de datos que convalidan esa afirmación: la Universidad de la República puso en conocimiento del público que la cifra real de niños menores de 6 años que nacían pobres era del 49,2%, casi el doble del 27,3% que contabilizaban los organismos gubernamentales. En los mismos días la prensa se enteró que más de 100.000 jóvenes “ni trabaja ni estudia”, hecho que las estadísticas oficiales pretendían ignorar. Por otra parte, a pesar de los consejos de salarios y de la protección sindical, la mitad de los asalariados se mantiene por debajo de los 16.000 pesos. Al definir la pobreza por una “línea” de ingresos monetarios, que en julio de 2014 se fijó en 9.800 pesos, para el gobierno no son pobres estos asalariados, sin embargo, sus ingresos que no cubren la tercera parte de las necesidades básicas. La pobreza es un fenómeno cultural y no solamente de ingresos insuficientes: en Uruguay viven bastante más de un millón de pobres, la tercera parte de la población, cuya cultura es una forma empobrecida de pensar y de sentir, marginada de la estructura del conocimiento y la educación, que para sobrevivir emplea códigos muy diferentes a los empleados por quienes están incluidos en la vida del consumo y el escaparate. La pobreza endémica, cuatro o cinco generaciones de uruguayos pobres, es consecuencia irremediable del modo de reproducirse el capital y, en el Uruguay, crece en la misma medida que aumentan las inversiones de las corporaciones transnacionales. La instalación de una fábrica de pasta de celulosa “aumenta en tres o cuatro puntitos el PBI” (al decir de Mujica) pero se alimenta manteniendo salarios bajos, infantilizando la pobreza y dejando a la juventud sin futuro.
Por otra parte, también es cierto que un sector de trabajadores aumentó su consumo y su confort a nivel de la clase media. El progresismo instaló consejos donde se fija el monto del salario por acuerdo entre trabajadores y empresarios con participación del Ministerio de Trabajo. La medida estableció una instancia “institucionalizada” para la lucha salarial, una especie de “lucha permitida” que se tradujo en crecimiento del número de sindicatos y de la cantidad de trabajadores afiliados y que mejoró sensiblemente los ingresos de aproximadamente una tercera parte de los trabajadores uruguayos. Esa transferencia de poder adquisitivo fue un impulso decisivo para la expansión del consumo y, por consiguiente, del crecimiento del PBI en Uruguay. Sin embargo, el bienestar de una parte no puede servir para ocultar la situación real de la gran mayoría de los trabajadores.
La población empobrecida ha sido empujada hacia los barrios que rodean Montevideo, zonas que parecen trasplantadas del África pobre y están cuidadosamente separadas de las zonas donde los ricos viven como en el Primer Mundo. Pese a que la CEPAL y “The Economist” felicitan al gobierno de José Mujica por sus logros, la brecha entre los más ricos y los más pobres ha tomado dimensiones escandalosas. El Uruguay está recorriendo el camino que ya recorrieron Europa y los EEUU... algún día el Mujica deberá rendir cuentas por su hipocresía de crearse una imagen de “presidente más pobre del mundo” y favorecer la concetración de ingreso y de la riqueza.
Doble
moral
Más del 10% de los montevideanos vive en asentamientos irregulares. Es una población condenada por el sistema: las élites la identifican como amenaza a su seguridad y le declararon una guerra preventiva. Su existencia pasa a ser la justificación del gasto en las más modernas tecnologías de vigilancia, control y represión. Por acuerdo entre ambos gobiernos, se permitió la intervención de “asesores” de EEUU en la instrucción de los policías y guardias carcelarios del Uruguay. Los “conocimientos” que vienen del appartheid estadounidense se suman a las enseñanzas ya impartidas por la policía israelí, experta en el “control” de la nación palestina. No es de extrañar entonces que se haya vuelto sistemático el abuso y la violencia policial contra los barrios de la periferia, ni que se torture en las cárceles para adolescentes.
El modelo productivo crea marginación y exclusión social que la policía se encarga de controlar reprimiendo. El significado profundo del fenómeno es el abandono de los mecanismos pacíficos para resolver conflictos sociales y la opción por el ejercicio institucional de la violencia. Los partidos políticos permanecen pasivos frente a los torturadores y el “gatillo fácil”. De continuar en ese rumbo, más temprano que tarde, se comenzarán a violar sistemáticamente los derechos humanos.
La actual violencia policial no está desligada de la impunidad que disfrutan los criminales que cometieron delitos de lesa humanidad entre 1968 y 1985. En el Pacto del Club Naval (1984), que permitió el retorno a la vida parlamentaria y electoral, los mandos militares exigieron no ser castigados por sus delitos. La impunidad se volvió el programa político del partido militar y embanderados con ella, transitan esta “democracia” que se les impuso. La firmeza de sus reclamos doblegó la voluntad de las élites e impuso las políticas de olvido y perdón que determinan el clima ideológico actual. La Verdad y la Justicia desaparecieron del debate electoral en la actual campaña; no preocupa a ninguno de los cuatro partidos que compiten por escaños parlamentarios. Dicho contexto ha provocado un retroceso en la investigación y condena judicial de los culpables de delitos de lesa humanidad. Pese a los recomendaciones internacionales de ser diligentes en las causas de derechos humanos, el gobierno y el Poder Judicial parecen haberse comprometido a encubrir los militares acusados de desapariciones forzosas, asesinatos, violaciones y torturas. Esa impunidad crea un clima subjetivo de doble moral que favorece el resurgimiento del abuso y la violencia policial en los barrios, así como la tortura, vejamenes y persecuciones a los adolescentes privados de su libertad. En esta cuestión es donde la apostasía muestra sus facetas más pervertidas... tal vez se pueda calificar como “debilidad humana” que Mujica, Fernández Huidobro y otros ex-guerrilleros que los acompañan, abandonen las filas de la lucha por el socialismo y se vuelvan operadores de las grandes corporaciones transnacionales; tal vez hasta se pueda comprender que sean indiferente a las condiciones de pobreza en que viven más de la tercer parte de los uruguayos y hayan cruzado la trinchera para firmar acuerdos militares con el Pentágono y tomar whisky con los reyes del imperio como Obama, Soros y Rockefeller; pero excede toda capacidad de compresión y despierta ganas de matarlos el doblez ético y moral que los lleva a proteger los torturadores y asesinos del terrorismo de estado, a los que mataron, desaparecieron, violaron y torturaron a sus compañeras y compañeros, a los que ellos mismos habían convocado a dar la vida por la emancipación social. Abjuraron de sus principios, de sus sentimientos más profundos, aquellos que se volvían lágrimas ante la noticia de la muerte del hermano querido... Son apóstatas y, si logran sobrevivir a sus consciencias, serán recordados por la historia como los Malinche del siglo XXI. Imperdonables.
Campaña
electoral
Los carros y caballos de los clasificadores de residuos ocupan el centro de la ciudad y los montevideanos se enteran de que existe un mundo desconocido allende los muros invisibles de la marginación. La Suprema Corte de Justicia deja en libertad a los asesinos del maestro Julio Castro, uno de los desaparecidos emblemáticos, y los uruguayos cobran consciencia de que la hipocresía institucionalizada protege a los criminales de lesa humanidad. Aparecen en la pantalla los niños y las mujeres de una zona rural mostrando sus manchas en la piel agredida por el glifosato o el agua potable se enturbia por la contaminación del río, y los montevideanos se dan cuenta que el “agronegocio” es agresión, enfermedad y muerte. Aunque los medios masivos reiteren hasta el cansancio que ha bajado la pobreza y la indigencia, a los votantes el sueldo no les alcanza para llegar a fin de mes y ven como hay gente viviendo de la basura, limpiando parabrisas los semáforos y durmiendo en la calle. La gente sabe que son un desastre los institutos de enseñanza donde concurren sus hijos aunque Tabaré Vázquez repita que la educación “va bien”. Los votantes tal vez ni se enteren de las críticas que recibe el gobierno desde la “izquierda radical”, pero se desalientan con la evidente contradicción entre las promesas soñadas y los diez años de gobierno. Los hechos enseñan más que mil discursos o artículos en las redes sociales. ...¿Por qué un gobierno que afirma haber terminado con la pobreza, deja de ser apoyado con entusiasmo por la militancia? ¿Cómo puede ser? El Frente Amplio triunfó ampliamente en las elecciones nacionales del 2004, cuando el carismático Tabaré Vázquez convocaba a hacer “temblar las raíces del neoliberalismo”. Diez años más tarde puede verse que no temblaron las raíces ni nada; la clave del fenómeno “desilusión” hay que buscarla en la ausencia del terremoto prometido. Es la misma historia de Rodríguez Zapatero, Hollande y la socialdemocracia europea. El mismo proceso de desencanto que parece estar ocurriendo en Brasil.
lunes, 15 de septiembre de 2014
Enrique Gorriarán Merlo
Enviado por zurdatupa
Incansable Revolucion ario de Nuestra América
Incansable Revolucion
Al Pueblo De Venezuela,
Al Gobierno Bolivariano de Venezuela,
A los Pueblos y Gobiernos del Mundo,
A los Medios de Comunicación Nacionales e
Internacionales,
A la Opinión Pública Nacional e Internacional,
Al Mundo entero,
Hermanos
y Hermanas:
Enrique Haroldo Gorriarán Merlo (18 de octubre de 1941 - 22 de septiembre de 2006) fue un guerrillero
argentino, fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y de
su brazo armado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP),
Gorriarán nació en la localidad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos. En
1970, fue uno de los dirigentes del Partido Revolucionario de los Trabajadores
(PRT) que, en su V° Congreso, resuelve fundar el brazo armado, el Ejército
Revolucionario del Pueblo (ERP). En marzo de ese mismo año se sumó a la lucha
armada clandestina.
El 15 de agosto de 1972 protagonizó
junto a otros jefes guerrilleros de diversas agrupaciones políticas, una fuga
de la cárcel de máxima seguridad de Rawson (en la Patagonia argentina), sucesos
que luego derivaron en lo que se conoció como la Masacre de Trelew, la cual
consistió en el asesinato de 16 miembros de distintas organizaciones armadas
peronistas y de izquierda, presos en el penal, capturados tras el intento de
fuga y ametrallados posteriormente.
Hacia comienzos de 1976 el ERP
estaba virtualmente derrotado y había tenido muchas pérdidas y reveses. A
finales de 1976 Gorriarán Merlo dejó
el país y combatió en Nicaragua junto al sandinismo, bajo cuyo gobierno fundó
el departamento de seguridad del Estado tras el triunfo de la revolución.
Gorriarán comandó una célula que el 17 de septiembre de 1980 vengó al Pueblo
Nicaragüense en Asunción, al eliminar al cruel ex dictador nicaragüense Anastasio
Somoza Debayle.
Al regreso de la democracia en
Argentina, Gorriarán fundó el Movimiento Todos por la Patria (MTP). En
enero de 1989, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, Gorriarán lideró un
grupo armado que intentó copar el Regimiento Militar de La Tablada, en el oeste
del Gran Buenos Aires, para impedir un golpe de estado planeado por el entonces
candidato a presidente Carlos Menem (luego presidente, entre 1989 y 1999) y el
ex militar Mohamed Alí Seineldín. Gorriarán fue detenido en 1995 en
México y extraditado hacia Argentina.
Tras ser condenado a prisión
perpetua en 1996, Gorriarán fue liberado en 2003
por un indulto presidencial del entonces presidente Eduardo Duhalde.
En 2006, Gorriarán lanzó una
nueva agrupación política, llamada Partido para el Trabajo y el Desarrollo, con
la propuesta de "cerrar la zanja que separa al pueblo de la política y a
los ricos de los pobres", con la adhesión de varios partidos de izquierda
latinoamericanos. Gorriarán se
proponía participar en las elecciones de 2007 "en alianza o con candidatos
propios", y había dicho estar dispuesto a "la unidad con todo aquel
que se oponga al neoliberalismo y que tenga una óptica de integración
latinoamericana". Sin embargo, falleció el 23 de septiembre de 2006 en el
hospital Argerich de Buenos Aires, víctima de un paro cardíaco.
Rescatando la Memoria Histórica Revolucionaria.
Con Bolívar y
Chávez, decimos ¡a la carga!
Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 522 años del
inicio de la Resistencia antiimperialista en América, y a 204 años del inicio
de Nuestra Independencia,
Coordinadora Simón Bolívar
Revolucionaria, Solidaria,
Internacionalista, Indigenista, Popular y Socialista.
Agradecidos
estarán todos aquellos a quienes ustedes se sirvan de compartir esta
información en función de fortalecer la moral, la ética y el espíritu de la
lucha revolucionaria, en nuestro afán de justicia social, libertad e
independencia a favor de todos los Pueblos del Mundo
jueves, 4 de septiembre de 2014
¿"Ni-ni" o sin-sin?
jueves 4 de setiembre de 2014 | N˚ 445
>> Por Jorge Zabalza
Los indicadores de la realidad
Está de moda sostener que bajaron la pobreza y la indigencia en el Uruguay. Sin embargo, lo que bajaron son los indicadores de la pobreza y la indigencia. ¿Creen ustedes que un asalariado que cobre 16.000 pesos llega a fi n de mes? ¿Es sufi ciente el pan que lleva la mesa de su familia? ¿Puede acceder a una “vivienda social” de 120.000 dólares? ¿Puede asegurar a sus hijos las condiciones para que reciban doce años de educación? ¿Puede ejercer su derecho a participar en actividades culturales? ¿Puede ir al Estadio Tróccoli a ver a Cerro? Los dieciséis mil pesistas están muy por encima de la mentada “línea de pobreza”, pero no por ello dejan de ser pobres.
Un par de semanas atrás el Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República demostró que, en la realidad, la pobreza infantil es el doble que lo indicado por el Instituto Nacional de Estadísticas. Desde la academia plantean que indicadores no indican la realidad sino que la tergiversan y ocultan. Creo recordar un par de artículos que VOCES tuvo la amabilidad de publicarme, donde intenté expresar exactamente lo mismo: la pobreza no se puede medir con los ingresos per cápita. Lo mismo le ocurre a quienes quieren explicar en base a indicadores la pobreza infantil, la deserción escolar y liceal, los “ni-ni”, la agresividad y la violencia en los jóvenes, el desinterés por la política, etc. etc.
Es entendible que al gobierno, los parlamentarios, la prensa y el Frente Amplio los asuste la realidad (que antaño pretendieron transformar) en general y se aferren a los indicadores para armar el verso demagógico con el cual juntan votos a lo bobo y cosechan aplausos en Europa y Washington. Ocultan cuidadosamente la almendra del asunto: ¿cómo se distribuye la torta que producen la soja, la forestación, la ganadería, el arroz, etc., etc.? ¿Cuánto se llevan los dueños del capital, los extranjeros y los criollos? ¿Cuánto va al pago de los servicios de la Deuda Externa? ¿Cuánto se lleva el presupuesto policíaco militar? y... ¿cuál es el monto de las migajas que van al salario, las remuneraciones no salariales y las pasividades?
Como la realidad es espantosa, no hablan de economía política en la campaña electoral: ¡ninguno de los cuatro candidatos que encabezan la tabla de posiciones! Son los operadores electorales de las corporaciones que exigen salarios bajos para aumentar la rentabilidad de sus inversiones y por eso la mitad de los trabajadores uruguayos gana menos de 16.000 pesos. Son los operadores electorales del modelo capitalista que produce pobreza, marginación y exclusión a granel. Utilizan los indicadores para darle una pátina de “cientifi cidad” a sus versos demagógicos. Los feligreses creen que los versos son la palabra revelada hasta que un día, como ocurre con los “ni-ni”, la realidad les explota directamente en la cara.
Por eso no los voto, porque me niego a que otra vez me agarren de gil.
viernes, 22 de agosto de 2014
"Ni ofendo ni temo" (varias razones para no votarlos)
¿Adónde vamos?
El desarrollo que le impusieron transformó al Uruguay en abastecedor de materias primas y servicios para los centros industriales del sistema. Un país encadenado de por vida al pago de los servicios de una Deuda Externa que cada día crece más y es imposible de saldar. De continuar la tendencia actual, en el mediano plazo más de la mitad del territorio nacional será propiedad de capitales extranjeros privados, cuyos planes son despoblarlo para dedicar la tierra a la forestación, el cultivo con agrotóxicos de soja transgénica y a la minería a cielo abierto. Los enclaves extranjeros llamados “Zonas Francas” son el más vergonzoso ejemplo del colonialismo siglo XXI. Las políticas económicas anunciadas permiten creer que en el 2030 el Uruguay Productivo será más deformado y más dependiente que nunca... ¿Era ése el País Prometido?
Aún con consejos de salarios y convenios salariales, la mitad de los salarios se mantienen por debajo de los 16.000 pesos y los trabajadores deben endeudarse para cubrir sus necesidades básicas: viven en condiciones de mucha vulnerabilidad, pero el gobierno cumple con la exigencia de mantener bajos los salarios para abaratar costos de los inversores. El asistencialismo no puede impedir que los marginados se reproduzcan como efecto del capitalismo, ni que sean el sector social más vulnerable al alza de los precios y a los déficit de vivienda, salud y educación. Hoy día el consumo privilegiado del 1% equivale al consumo del 50% de la población nacional que, sin duda alguna, es quien aporta al Estado la mayor parte de la recaudación fiscal. El Uruguay está recorriendo el camino que ya recorrieron Europa y los EEUU y, para el 2030, la brecha social se habrá convertido en irreversible agujero negro. ¿Era ésa la patria que nos prometieron?
Desde el Pacto del Club Naval los mandos militares reivindicaron con firmeza su propia impunidad y con ese programa político transitaron la “democracia” que se les imponía. La firmeza de sus exigencias doblegó la voluntad de las élites políticas e impuso las actuales políticas de olvido y perdón que hoy predominan. La impunidad de los criminales ha creado una clima subjetivo que favoreció el resurgimiento de las formas ilegítimas de empleo de la fuerza pública: abuso y violencia policial en los barrios, tortura, vejamenes y persecuciones a los adolescentes privados de su libertad.
Se continúa expulsando la población marginada hacia los territorios de la periferia, para condenarla como amenaza a la seguridad, aislarla y declararle una guerra preventiva que justifica el gasto en las más modernas tecnologías de vigilancia, control y represión. Así como lo hace con los culpables del terrorismo de Estado, el gobierno protege la tortura y el “gatillo fácil”. Más grave aún: se persigue y criminaliza a los que protestan con modales que no son del agrado de las autoridades. Por acuerdo entre ambos gobiernos, se permitió la intervención de “asesores” de EEUU en la instrucción de los policías y guardias carcelarios del Uruguay, que sumarán “conocimientos” a los ya aprendidos de instructores israelíes. Probablemente se profundice el abandono de los mecanismos pacíficos para resolver los conflictos sociales y, para el 2030, el Estado ya estará violando sistemáticamente los derechos humanos de sus ciudadanos. ¿Es ésta la democracia por la que lucharon las masas frenteamplistas entre 1971 y 1985?
Así como se ocultaron algunos de los contenidos de los contratos con Montes del Plata y Aratiri, el gobierno “negoció” en secreto la integración al TISA (Trade In Services Agreement), acto de genuflexión diplomática cuya perspectiva es avanzar hacia la “Alianza del Pacífico” y la firma de un Tratado de Libre Comercio con los EEUU. Con el mismo sentido de alineación internacional, se anunció la firma de “acuerdos estratégicos” cuyo contenido se mantiene oculto, pero no es difícil suponer sean parte de la ofensiva militarista de los EEUU. En cambio tomó estado público el acuerdo de asistencia “recíproca” en logística militar, que dejó sentadas las bases legales para la instalación de bases militares de los EEUU en territorio uruguayo. Como demostración de buena conducta, tropas uruguayas forman parte del ejército de ocupación en Haití y en el Congo, modernas escuelas donde aprenden a controlar las manifestaciones de descontento popular e incorporan la ideología militarista de los EEUU. Mientras que hace un discurso de integración con las naciones latinoamericanas (Mercosur, UNASUR, CELAC), el gobierno consiente a las fuerzas armadas el desarrollo de su diplomacia paralela, se colocan bajo la égida del Comando Sur cuyo objetivo es romper la unidad bolivariana para controlar los recursos de América Latina. Por este camino, el Uruguay del 2030 se habrá convertido en un engranaje más del esquema de dominación político-militar de los EEUU y Europa, otra forma de subordinarse a las estrategias que mejor sirven a las corporaciones transnacionales. ¿De qué liberación nacional e independencia hablan?
Derrumbe y refundación
El Frente Amplio presenta algunas particularidades que lo diferencian. Cuenta con operadores de política sindical que habilitan su rol determinante en la conciliación de clases; los demás carecen de ese tipo de militancia, son incapaces de concretar el pacto social que precisan los capitales. Además, en el Frente influyeron grupos de activistas que impulsaron e hicieron aprobar las leyes de salud reproductiva, matrimonio igualitario y legalización de la marihuana. Al ser ideológicamente más refractarios a los derechos populares, los otros partidos mantuvieron posiciones retrógradas y reaccionarias en estos temas.
Estas particularidades se esgrimen como argumentos para captar votos a granel, ocultando cuidadosamente el hecho central y definitorio: gane quien gane en estas elecciones nacionales, el gobierno será igualmente conservador. No hay diferencias sustanciales entre los cuatro partidos del sistema (Frente Amplio, Partido Nacional, Partido Colorado y Partido Independiente). Los cuatro son los operadores políticos del modelo de desarrollo económico y social depredador y colonizador, están de acuerdo en hacer frente a sus consecuencias sociales y asumen las relaciones internacionales que requiere. No es una mera sensación subjetiva: en la campaña electoral no se está discutiendo nada sobre un proyecto de desarrollo diferente al del capital extranjero. Todos comparten esa perspectiva. El debate se circunscribe a cómo se reprimirá con mayor eficacia a los pobres y con qué criterios se administrará el gasto en asistencia social, educación, salud y vivienda.
En estos diez años, el principal impedimento que encontraron las luchas contra la impunidad, fueron las ideas de olvido y perdón que sustentan los tres caudillos del Frente Amplio. Pese a ello, el plebiscito del 2009 contó con la aprobación de casi la mitad del electorado nacional y decenas de miles acompañan a las madres, familiares e hijos de desaparecidos cada 20 de mayo. Igualmente masivo fue el rechazo al traslado de la jueza Mariana Motta decidido por la Suprema Corte de Justicia. El programa más arraigado en el sentir popular es “Verdad y Justicia” y por eso, pese a la sujeción ideológica a los caudillos del Frente Amplio, siempre resurge la lucha y la movilización contra la impunidad. Es el síntoma más claro de lo que ocurre en la subjetividad general: para reconquistar el pensamiento crítico perdido, hay que cortar el cordón umbilical con las ideas conservadoras que dominan al Frente Amplio.
Algo semejante ocurrió con el duro conflicto de los trabajadores de la enseñanza, que debieron hacer frente a malintencionados ataques provenientes de un gobierno jugado a hacer de la educación un bien de mercado. Tal vez no conquistaron sus reivindicaciones, pero lograron descubrir la doble moral del progresismo, cuyos hechos desdicen totalmente sus dichos sobre la educación...y se indignaron con “su” fuerza política. Lo mismo pasó en la lucha de los obreros de la construcción que, antes de hacer aprobar la ley de responsabilidad penal empresarial, debieron torcer el brazo a los parlamentarios frenteamplistas que conciliaban con las cámaras patronales. Sin independencia de clase, las medidas de seguridad todavía serían a voluntad y capricho del patrón. Batallas semejantes debieron darlas los trabajadores de la bebida, los clasificadores de residuos urbanos sólidos y los empleados y obreros del municipio de Montevideo. Los trabajadores de filiación frenteamplista se vieron obligados a enfrentarse a sus propios correligionarios y, en la discusión, lograron comprender el papel real que está desempeñando este Frente Amplio de hoy día, que perdió totalmente la vocación popular, antioligárquica y antimperialista conque nació. En el 2004 muchísima gente alentaba la esperanza de que el triunfo del Frente Amplio pusiera fin al Uruguay de las transnacionales; en el 2014 es evidente el derrumbe ideológico del Frente Amplio y su compromiso con las corporaciones, los dueños del Uruguay y el partido militar. De tanto tropezar con la misma piedra, la militancia frenteamplista terminó por darse cuenta que en “su” Frente Amplio dominan caudillos con ideas neoliberales y conservadoras.
El derrumbe deja espacios abiertos a la refundación, espacios que los van llenando los colectivos que luchan por la tierra, el agua y los recursos naturales fueron llenando esos espacios. Los que lograron en el 2004 que las reservas acuíferas fueran declaradas de dominio público, los ocupantes de tierras y los que resistieron a los desalojos de colonos en Bella Unión, los trabajadores de la naranja de Paysandú y los que batallaban en Tacuarembó, Cerro Chato, Rocha, Sauce, Ciudad de la Costa y otras zonas del país, también encontraron que el principal escollo era el gobierno, de su práctica solidaria fue naciendo una corriente social independiente. Más tarde se consolidaron como movimiento para enfrentar el proyecto de la empresa Aratiri (mina gigantesca a cielo abierto, puerto de aguas profundas para embarcar el mineral de hierro y regasificadora para abastecer de energía eléctrica el conjunto empresarial). La lucha liberadora que abandonó el Frente Amplio la fue asumiendo esa naciente fuerza social, que se erigió en la única oposición política al modelo depredador y colonizador del capital extranjero y del gobierno. Se recrearon formas de organización, movilización y lucha que contienen una perspectiva de refundación del proyecto popular que ya se creía enterrado para siempre. Su breve historia propone una respuesta a quienes se interrogan sobre el qué hacer: colectivos sociales que coordinan la lucha y van creando hechos políticos con masas en la calle. Es la síntesis de una nueva (vieja) forma de hacer política: una fuerza social ideológicamente independiente y abierta construye de hecho gérmenes de poder del pueblo organizado, que hacen presentir el surgimiento de un movimiento político de nuevo tipo.
“No cuenten conmigo”
Votar por cualquiera de los cuatro candidatos sería convalidar el proyecto económico, político y social de las corporaciones transnacionales. La única forma de rechazar electoralmente el modelo es NO votando por ninguno de ellos. Muchísimas personas piensan utilizar el voto para reconquistar su capacidad de pensar con independencia, fuera del marco de la disciplina ciega al aparato partidario. En este período electoral la misma indignación y rechazo, puede expresarse de muchas formas diferentes, todas con idéntico valor, pues son producto de las convicciones y el esfuerzo militante, de muchas y muchos compañeros serios y muy respetados por nosotros. En las actuales circunstancias no creemos que un cargo en el parlamento ayude a cambiar la consciencia de las grandes mayorías. No queremos consumir nuestra energía en crear una organización política más, que muy probablemente no pueda escapar al sectarismo. Optamos por otro método de construcción: votamos en blanco o nulo para crear esas condiciones de independencia política necesaria para sumarse a las luchas que se están desplegando en la sociedad. Estamos convencidos que el movimiento emancipador no surgirá de nuestras necesidades de organizarnos en un partido, sino de la necesidad de coordinación y centralización que plantearán las luchas sociales cuando alcancen el grado requerido de masividad. De las masas en movimiento surgirá la organización de la lucha emancipadora.
Votamos en blanco o nulo contra el Uruguay deforme y dependiente, no queremos más zonas francas ni soja transgénica ni seguir pagando la Deuda Externa. Estamos convencidos que el voto nulo o en blanco refuerza la lucha por Verdad y Justicia y contra la tortura en comisarías y cárceles. No queremos tropas ocupando la tierra de pueblos hermanos. Queremos un país solidario, todas y todos iguales libre del consumismo, el egoísmo y el afán de lucro. Un Uruguay libre de las corporaciones, condición necesaria para levantar un poder independiente del extranjero y gestionado por los mismos que crean la riqueza trabajando.
El voto en blanco o anulado es un acto militante: “no cuenten conmigo”. No nos dejamos arrastrar pasivamente por discursos que elogian divisas ya desmerecidas, no aceptamos ser víctimas del juego demagógico que crea diferencias virtuales entre candidatos que son idénticos entre sí. Es un acto de liberación colectiva de la hegemonía conservadora disfrazada con versos de izquierda. Un acto fundacional.
Ni olvidamos ni perdonamos.
Casares, Carlos
Engler, Veronika
Escudero, Susana
Duffau, Cecilia
Figueroa, Erban
Gómez, Alejandro
Muniz, Washington
Ludzcanoff, Juan
Perdomo, Néstor
Varela, Aníbal
Sánchez, Fernando
Alberto Cabrera por el blog “El Muerto”
Alberto Vidal por el blog “Noticias Uruguayas”
Hugo Bruschi por el blog “La vidriera irrespetuosa”
Ricardo Ferré por el blog “Federación de Bases”
Jorge Zabalza por el blog “Zurdatupa”
muerto.el@gmail.com
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