Por Jorge Zabalza
Cartilla para principiantes (I)
La Revolución Rusa
conmovió el mundo de principios del siglo XX y, apenas terminada la guerra
mundial, la Revolución China volvió a conmoverlo. Asociados a la clase propietaria
los dos Batlle, don José y su sobrino Luis, intentaron tender un cordón
sanitario que impidiera el contagio con el virus revolucionario. En función de dicho
objetivo, los Batlle utilizaron generosamente los recursos del Estado para
conformar un colchón de funcionarios públicos y clientes electorales, a la vez base
social del batllismo y amortiguador del conflicto social. En los ’60 los dueños
del Uruguay entendieron que los amortiguadores batllistas no servían para
protegerse de los vientos ideológicos que soplaban del Caribe y los fueron
descartando hasta que, en 1973, los
sustituyeron directamente por su brazo policíaco-militar.
Doce años más
tarde, la violencia desenfrenada de las Fuerzas Armadas se volvió demasiado
onerosa y, de 1981 en adelante, poco
útil para disuadir la resistencia de las bases populares. A los dueños del
Uruguay y al imperio se les terminó el interés por los militares. Procurando
salir del atolladero, los altos mandos de la fuerzas armadas decidieron convocar
las reuniones del Club Naval, su objetivo era “negociar” el regreso a los
cuarteles sinque ello les significara abandonar sus posiciones de poder. Invitaron
a algunos personajes del Partido Colorado que los ayudaron a evitar que la retirada
se convirtiera en desbandada; y también buscaron el concurso de dirigentes públicos
del clandestino Frente Amplio para que las negociaciones ganaran en credibilidad.
Producto de esas negociaciones entre dos partidos políticos y los altos mandos,
la retirada de la dictadura cívico militar fue sucedida por una democracia cívico
militar. Para un retorno al antiguo modo batllista de dominación, los militares
debían haber sido totalmente derrotados; pero el ejército conservó la fuerza
adquirida en dictadura.y, en consecuencia, la
democracia nacida en 1985 tenía prohibido penetrar los portones de los
cuarteles..
En poco más de una
década los dirigentes que avalaron el pacto del Club Naval, impusieron su
visión conservadora al Frente Amplio.Fue verdaderamente un proceso muy rápido,
demasiado rápido a mi gusto. Se redujo el horizonte popular del movimiento de
bases hasta hacer del Frente otra fuerza política asociada al capitalismo. En el
monento culminante del disciplinamiento, los ex-guerrilleros amnistiados en
1985 se sumaron a la corriente conservador frenteamplista, cambiaron sus ideas revolucionarias por el
respeto sublime al estado de derecho y de hacer política antisistémica pasaron
al electoralismo más demagógico. En la polémica con Hugo Cores, el hoy ministro
Fernández sintetizó la concepción electoralista en una breve frase: “se puede
renunciar a cualquier cosa menos a ganar las elecciones” . Tristemente, la
mayoría de los congresistas del Frente Amplio acompañaron a Fernández en su
renuncia a la lucha por Verdad y Justicia, en uno de los episodios más
significativos en la historia actual, porque a instancia de un ex-torturado se
introdujo en el programa del Frente la impunidad para los torturadores. A ojos
de los poderosos y de los reaccionarios, esta “actualización” fue suficiente para compensar el desastre de
los partidos de derecha en las elecciones nacionales. Se sintió como el mayor
triunfo ideológico de la clase dominante. Al incorporar al sistema los
ex-guerrilleros que alguna vez casi lo hicieron caer, el Uruguay se volvió más
que nunca el “país de los amortiguadores” como lo caracterizó don Carlos Real
de Azúa en 1970.
Fructuoso Rivera
Pese a su pública
solidaridad con el asesino de Nibia Sabalzagaray, acto que innegablemente
representó una reivindicación del terrorismo de estado, el general Pedro
Aguerre fue designado comandante del ejército. Poco después de su nombramiento ordenó
que el personal militar de la División I
concurriera uniformado al acto del 18 de mayo, otra forma de reivindicar
el golpe de estado. Con ese gesto mussoliniano suyo, el ministro Fernández
estampó su rúbrica en la orden de servicio que le puso por delante su
presuntamente subordinado. De hecho estaba avalando la presentación en sociedad de un renovado
partido militar y aceptando ser un simple vocero de una estrategia definida en
algún cónclave de altos mandos. No lo hizo por ingenuidad sino porque está
convencido de que las fuerzas armadas pueden ser el partido del desarrollo
económico y social. La pronta intervención de Madres y familiares de Desaparecidos
y de la Comisión de DDHH del PitCnt obligó a una solución intermedia: la presidencia determinó que las tropas
concurrieran en masa a oír a su comandante pero sin vestir uniforme. La arenga propuso
reconciliar el ejército con el pueblo –sin verdad y sin justicia, por supuesto-
pero la “pulseada” ya estaba ganada y el partido de los militares continúa su
marcha, solamente se pospuso la aparición en público.
La instalación de
una base militar en Durazno había dejado de ser proyecto del Pentágono sinque
el ministro Fernández tuviera noticias de ello. Recién se enteró cuando ya
estaba bien avanzada la construcción de un galpón en terrenos del Regimiento de
Caballería No. 2, cerquita nomás de los famosos “aljibes”. Se estaba realizando
por acuerdo entre los mandos militares uruguayos y el Comando Sur, que la financiaba
por supuesto; la ubicación cercana a la Base Aérea No. 2, permitiría albergar
en el galpón a los instructores estadounidenses que vinieran a enseñar las mil
formas de auxiliar a la población en caso de desastres naturales, eufemismo que
el Pentágono utiliza para no decir represión
a conflictos sociales, resistencias populares como las del pueblo
hondureño o intervenciones contra pueblos que “no están en
condiciones de gobernarse a sí mismos”. Pese a que podían dar por descontada su
aprobación, los mandos obviaron consultar al ministro Fernández, colocándolo en
falsa escuadra y obligándolo a suspender las construcciones para evitar las
consecuencias políticas que pudieran tener el desacato de los mandos, un
verdadero golpecito de estado propinado a Fernández. La idea quedó en barbecho
a la espera de una mejor oportunidad. Ya tendremos nuestra base yanqui si dios
quiere.
Se presumía que
Fernández, dada su bien ganada fama de especialista en relaciones no públicas con
los militares, tendría a la joven y civilizada oficialidad en un puño.
Expectativa que se reforzó al asumir Pedro Aguerre la comandancia del ejército
quién hizo toda su carrera militar mientras estaba preso su padre, militar
perteneciente al Partido Socialista, nombramiento prácticamente simultáneo al
del general Castellá para el Estado Mayor de la Defensa, hermano de un muy
querido militante tupamaro recientemente fallecido. El paquete parecía muy bien atado por los
cuatro costados... pero está haciendo agua. Al parecer al ministro le han
pasado varias pelotas por arriba del moño, la más grave tal vez sea la
participación de militares uruguayos en maniobras con instructores yanquis en la Florida, continuando los programas de
instrucción que iniciaron los SEALs.
El Pentágono cuenta
con armas sofisticadas y dólares frescos para desarrollar la red de bases militares
que permita controlar este territorio pletórico de recursos naturales
(Amazonia, Acuífero Guaraní) y además la costa del Pacífico, de indudable
importancia militar en una supuesta guerra con China. Es evidente que los
mandos de las fuerzas armadas uruguayas están afiliados a la tesis de los EEUU
e intentan sacar provecho de los panes y los peces que reparte el Pentágono. La historia de este ejército riverista, sus
tradiciones y las ambiciones personales de los altos oficiales, lo hacen un
aliado estratégico de las fuerzas armadas de los EEUU, el más importante
enemigo de la humanidad como los califica Noam Chomsky;
Esa es la realidad
y el ministro Fernández, que siempre fue muy pragmático, deja hacer y se hace
el distraído, ni sueña con la posibilidad de enfrentar los designios del
imperialismo. Con todo, presionado desde la interna del Frente Amplio, tomó
medidas para impedir que los oficiales que andan por el mundo sigan haciendo
acuerdos con los militares estadounidenses a espaldas del ministerio. Puede ser
que haya quienes tengan la ilusión de que dicha prohibición será respetada a pie juntillas, otros tenemos el
derecho a sospechar que en las fuerzas armadas estas cuestiones de poder se
dirimen sin respetar las jerarquías civiles formales.
"ñato tapado,
tapadito, arropado
de los desaparecidos ni un nabo
de los muertos ni recuerdas
de los torturados ni jota
sí de los industriales industriosos
más atrayentes que los menesterosos".
de los desaparecidos ni un nabo
de los muertos ni recuerdas
de los torturados ni jota
sí de los industriales industriosos
más atrayentes que los menesterosos".
(fragmento de un
poema de Arapey Cabrera)
El mastodonte.
Según
cifras hechas públicas por la senadora Constanza Moreira, se dedica al aparato
policíaco militar casi que 10% del presupuesto nacional, cifra mayor que lo
asignado a los ministerios de Industria, de Desarrollo Social, Salud Pública y
Ganadería sumados. El ministerio de defensa contaba con unos 13.000
funcionarios en 1960 (Uruguay Batllista, gobierno del Partido Nacional), pero luego
con la dictadura se produjo una inflación de milicos, cuyo número se elevó a
más de 30.000, volúmen que se mantiene hasta la actualidad, porque en las
fuerzas armadas revistan 27.000 soldados y oficiales. Como el monto absoluto
del presupuesto en millones de pesos ha crecido muchísmo, ha ido cayendo la
proporción del gasto público que se dedica a las fuerzas armadas : del 18% en
1974 al 4.2% en el 2012, pero se mantiene el tamaño del mastodonte.
Los
sueldos de los “soldados de la patria” aumentaron un 100% (sí, un cien por
ciento, como el de los policías) con los gobiernos progresistas; el doble que
lo aumentado a las 27.000 maestras y maestros que hay en Uruguay, el doble que
lo aumentado a los profesores. Al
parecer la política salarial para los funcionarios del Estado estimula a elegir
la carrera militar en lugar de la docencia, hay maestras que están pensando
seriamente en ingresar a la policía.
Como
el presupuesto es la concepción política expresada con números contantes y
sonantes, se puede deducir que el eje del pensamiento de este gobierno es el
fortalecimiento liso y llano del aparato represivo. ¿Porqué los rubros
presupuestales no alcanzan para pagar la deuda social? Respuesta sencilla: porque primero se
contribuye con las arcas vacías de la banca que ha llevado el mundo a la
crisis, luego se alimenta el mastodonte policíaco militar que crece y crece y
recién después, con lo que sobra se cubren las necesidades de vivienda, salud y
educación de la población. Lamento informar a los lectores más oficialistas que
el presupuesto enviado por Mujica al parlamento no difiere demasiado del que
enviaba Jorge Batlle, ¿será que las mayores transformaciones se han dado en el discurso mediático?.
El Uruguay Productivo, el Uruguay Social y el Uruguay Educacional están
archivados para sacarlos a relucir nuevamente en la cacería de votos del 2014....
¿vale la pena pintar tantos muros con consignas que huelen a verso?
La tutela
Un
mastodonte anida en las entrañas del
Estado. Un monstruo que limita la capacidad de decisión del resto de los
uruguayos. La tutela se expresa en:
UNO:
la influencia decisiva en la interna frenteamplista determinando que todavía
permanezcan impunes la enorme mayoría de los crímenes de lesa humanidad
cometidos por los militares. En el Congreso donde polemizó con Cores sobre la
ley de impunidad, Fernández asumió la representación de la ideología de las
fuerzas armadas, fue su portavoz hacia la interna del Frente Amplio.
DOS:
sus intereses políticos y económicos siguen siendo decisivos para que el
Uruguay continúe participando en la intervención político militar en Haití. Cuando
en el Parlamento se decida poner fin a la ignominia de la MINUTASH, se deberá
debatir con las fuerzas armadas que estarán representadas en sala por Rosadilla
o Fernández. Ya le costó la renuncia a Guillermo Chifflet, el único
parlamentario digno que tuvo la legislatura pasada.
.
TRES:Los
mandos militares mantienen una diplomacia secreta que los subordina al
imperialismo y establecen acuerdos que no informan al gobierno. Limitan y
contradicen la voluntad del Frente Amplio, cuyo programa prescribe desarrollar la
UNASUR en abierta contradicción con la estrategia de los EEUU, apuntando a
defenderse del único posible enemigo de los pueblos latinoamericanos.
CUATRO:
presionan para que sus “presos políticos” estén recluídos en una cárcel
privilegiada, el ministerio de defensa paga sus abogados... defienden la
impunidad de sus crímenes y limitan la capacidad de iniciativa por Verdad y Justicia que pudiera tener un
gobierno.
CINCO:
Pienso que eliminar totalmente las fuerzas armadas sería la medida necesaria pero,
adecuándose a la correlación de fuerzas
actual... ¿qué pasaría si el Parlamento decide reducir a la mitad el personal
de las fuerzas armadas? ¿habría una insubordinación militar genralizada? ¿otro
golpecito? En definitiva, este ejemplo práctico sirve para darse cuenta que el
partido militar está presente, limita la capacidad de decisión del parlamento y
del pueblo que los votó para que llevaran adelante otro programa. Esta
democracia progresista está tutelada.
Jorge
Zabalza
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