jueves, 27 de enero de 2011

Opinión

De Margarita ”Pegui” Mercklen
Querido Tambero:  hermano:  ayer  terminé de leer tu libro, pero no pude escribirte (nietos, etc. que atender hasta muy tarde...) pero no quiero que pase más tiempo sin comunicarme contigo.

   Esperaba, con mucha ansiedad, la posibilidad de leerlo...  de tenerlo en mis manos, llevarlo para donde quistera y leerlo de a poquito (pero no tanto)  para poder comprenderlo...

  Te estoy escribiendo desde mi corazón tupamaro... (yo no se analizar las cosas como lo hacen ustedes... pero se analizarlas, desde mi realidad (un poco o un mucho centroamericana, panameña, latinoamericana y también uruguaya desde todo lo que ha sido mi vida...)

  Es el libro que estaba eperando, necesitando, el que seguiré regalando lo más que pueda a mis amigos queridos, a mi familia, por donde estén... (casi todos en  Amércia Latina pero algunos en Europa...) porque es necesario que lo puedan tener, leer, ir a él cuando necesiten recordar o comprender algo ... un libro importante para nosotros...

   Siento muchas cosas que deseo comentarte...

 En primer lugar que  reivindicas la lucha armada como un derecho de nuestros pueblos, como un deber moral hacia la defensa de nuestras tierras...  en el anhelo de   liberación... como un recurso que se tomará siempre que sea necesario y al cual tenemos derecho quienes somos hijos de estas tierras que han sido esclavizadas desde hace tantos años por los poderosos imperios de turno... siempre para robarnos... para menospreciarnos, para hacernos esclavos de sus antojos... para llevarse nuestros tesoros, en toda época,... hasta en nuestros tiempos... como sucedió con la invasión a Panamá, que se robaron, (los gringos... ) todo el oro  (en las joyas milenarias de las culturas  pre-colombinas... enormes piezas de oro... hermosísimas...) y lo mejor de sus muestras... y era en 1989...

  La forma como tu reivindicas esa nuestra  lucha  tupamara,( la  misma que  se da en cada movimiento de los que han existido y existen en cada uno de nuestros pueblos latinoamericanos)...  y lo haces de una forma que incluyes a todos en el mismo derecho, la misma respuesta, el mismo valor de hombres y mujeres que defienden sus tierras, sus hijos, sus vidas, sus alimentos, sus culturas, sus derechos, que quieren vivir en justicia.... pueblos y movimientos armados pero que aman la paz y la defienden con sus vidas...  y con las armas que tengan, en sus manos de pueblo... valerosas... imprescindibles....

  Es importante que hayas puesto sus palabras (las de Raúl),  en casi todo momento... así podremos tenerla con nosotros siempre... ir a ellas... consultarle aún ahora... pensando qué pensaría él de alguna cosa que nos interese en forma especial y no sepamos cómo resolver...

  Me ha quedado claro todo lo que significa ser tupamaro... lo que el Bebe pensaba sobre las cosas mas trascendentes de la vida de los puelos... la economía, el derecho a la tierra, la soberanía dentro de la hermandad de nuestros pueblos... la lucha contra la opresión, que nos viene siempre de los impoerios y por el poder del dinero... la necesidad de unión,  en los planteos de la Patria Grande,  desde  los ideales de Artigas...

  También me quedó claro la forma como él razonaba, pensaba y comprendía a los demás... siendo tan sabio, tan humilde, tan exacto en sus apreciaciones... (me gustaba mucho ir a conversar con él... cosa que siempre me pedía, que  lo fuera a visitar... y  alcancé a llevarle  a mi padre, que había sido profesor de él en Flores... y a Denis...mi sobrino... y  fui a conocerlo  en compaía de Stella Calloni,( hermana argentina que me dio la vida en Panamá...)  a llevarle de regalo un libro que había pedido para él a un iondígena kuna... (era su tesis doctoral de educación... sobre su cultura KUNA... el autor se llama Aiban Wagua...  (quien  se quedó con la fotocopia...y  me regaló  los originales  para que se los trajera  a Raúl...)  y se lo traje porque sabía que le interesaba mucho los indígenas... y es un libro precioso con toda la cultura kuna...

 Yo aún no conocía personalmente a Raúl...  fue  recién a mi regreso en 1986... que pude conocerlo... junto con mi amiga periodista, que tantas cosas importantes ha escrito sobre toda nuestra América Latina y sus procesos...  fue muy lindo estar allí con él...(son (frecuerdos...)

  Y me llegó sobremanera que terminaras, casi, tu libro, con el hecho de la Tablada... porque fue tan monstruosa esa matanza... porque no se puede  criticar de cualquier manera cuando se está entregando la vida, jóvenes tan jóvenes algunos, compañeros de tanta experiencia y entereza moral otros.. que  él quería y respetaba muchísimo ( como a Gorriarán Merlo)... es importante leer esa crítica que está dada desde la profundidad de vida que llevaba... sobre todo frente a la demás prensa que tan ligeramente juzgaba ...y algunos personajes de aquí...

  (Me tocó  muy de cerca porque mi sobrino Denis, que vivía en esos momentos en Buenos Aires, estaba muy relacionado con ellos, perdió a varios compañeros-amigos, lo que me contó fue mostruoso... y es importante sentir que, (aunque se hubieran equivocado... porque no es tan fácil saber cómo van a ser los hechos como para decidir exactamente qué y cómo hacer... y a veces no se conocen todos los recursos que tiene el enemigo... pero la entrega de ellos, los motivos que los llevaron a realizar ese ataque, etc. no pueden ser pisoteados cuando se han dado tantos muertos, masacrados de esa manera y que eran compañeros latinoamericanos y hermanos, muy hermanos nuestros, nosotros mismos en ellos... y quizás nosotros mismos muriendo también...

   Para mi  ése es el punto más fuerte de tu libro... (así lo  siento )  ... y el que confirma, para siempre, que de todas formas, la lucha armada es válida para los pueblos, aunque a veces no puedan triunfar y caigan dando sus vidas... y hay que honrarlos, respetarlos y amarlos en esa entrega por siempre...

  Esa  es la sangre que abona nuestro destino de pueblos libres que lograremos algún día... ese sentir...

  ^Partiendo de ahí, (o sea, del final... así lo entiendo yo)   se entiende, entonces, todo el asunto que relataste antes... desde los orígenes tupamaros,  hasta la moral revolucionaria  que es al final... todo se comprende desde ese último relato de la entrega de ellos en la Tablada... y se termina de comprender en la lista de compañeros... tantos... (muchos de Durazno, que conocimos...( fui compañera  de liceo por años de José Artigas, por ej... y estamos ligados con Fernán, por la curiiosa coincidencia de su muerte con el nacimiento de Lautaro... (es tema de mi cantata en la muerte del personaje...)  y de Roberto y Alberto... sólo no recuerdo o quizás no conocí a Ramos Filippini (pero si a su familia que quiero mucho)...

  Está todo enterito el libro... y la persona de Raul, su integridad, su profundidad, su capacidad de análisis, su forma natural de ver la vida... está muy bien planteada... junto con lo que ha sido la historia del MLN.

  Tu bien sabes que yo (aunque siempre estuve enamorada del MLN, recién pude integrarme orgánicamente al regreso de Panamá... (antes cuidé a los hijos, traté de poder trabajar... etc.) hay mucha cosa que yo no conozco, que no supe nunca... fue en el 86...

  Hay algo, también, que transmites muy claramente:  dices tu, en algún lugar, que tuviste un alejamiento con el Bebe... (yo no se de éso) pero se lee en tu libro... y se lee, también, ese deseo de tener la posibilidad de comunicarte con el, de alguna forma, para poder darle un abrazo, decirle mucha cosa que no pudiste, que quizás ves ahora de otra forma y antes no podías... a veces la vida se nos da así... creo que es muy importante lo que has escrito, el respeto y cariño con que has redactado este libro... creo que él,  con esa mireada que tan bien está planteada en la tapa... te estará mirando, comprendiendo y dando su sonrisa... entre compañeros, a veces, también se discute mucho y no se alcanza a comprender rápidamente algunas cosas, cuando hay  visionarios entre nosotros... como era él... Creo que Raúl  está agradecido por lo que has planteado y que en tu planteo podrán verlo, desde cualquier parte del mundo, como lo que es... porque no ha muerto...

  Querido Tambero:   querdio hermano... tu libro comienza dedicado a tu hermano y termina con un pedido a la vida para que pueda estar Raúl,  de alguna forma, entre nosotros... a través de tu libro estará... cada vez que lo honremos, estará... cada vez que vayamos a mirar qué decía,  cómo tomaba las cosas, que le parecía importante... estará... seguramente que estará en nosotros y  entre nosotros,  estará en el corazón de nuestro pueblo y en muchos otros lejos, que lo amarán de alguna forma y serán comprometidos a su altura, con sus procesos  de liberación....

  Todo tu libro es un mensaje de respeto, de amor, de lucha, de entrega tupamara... es un homenaje a la muerte tupamara dando vida... quizás sea como mis arbolitos, que están pequeños y con el sol se han secado mucho... pero con el agua del riego constante... han comenzado a salir hojitas verdes de, entre las ramas secas... que se van haciendo grandes y cubriedo todo el árbol, de a poquito... así será nuestros pueblos latinoamericanos y entre ellos el nuestro... de entre tanta  vida  caída... tanta muerte  que ha secado tanta vida intensa... de entre tanta hoja seca saldrá la hojita verde... y tu libro será un riego indispensable, precioso, para que surja...
  Gracias, Jorge... a vos, a tu compañera Verónika,  a Carlitos y Cecilia, que están todos en él...  gracias... me siento muy cerca de todos ustedes y creo que el esfuerzo (que ha sido enorme)... no será en vano...

  Reciban un abrazo muy grande de quien los quiere mucho.. 
Margarita

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