martes, 28 de diciembre de 2010

El socialismo como ética para la construcción de la emancipación






Compañer@s:
Tremendo instrumento el ”boca a boca”. Tal vez en el Plebiscito del ’80 fué cuando mostró en todo su esplendor la capacidad que posee para circular ideas a través de circuitos no institucionalizados. La murga y el canto popular fueron también formas de “boca a boca” porque las letras y melodías convocaban, agitaban y transmitían ideas por los mismos canales .  La dictadura no pudo con esta metodología de difusión, propaganda política y resistencia popular.

La tecnología del siglo XXI elevó infinitamente la potencia del “boca a boca”. Ejemplo concreto fue la campaña de los blogueros contra el golpe cívico militar en Honduras. “Boca a boca”, blog a blog,  se logra romper la hegemonía de las ideologías “oficiales” y  tejer una red de circulación alternativa de las ideas y la información.  Es la forma actual que encontró el pensamiento crítico para evadir los cinturones de castidad.

Además del homenaje al “mejor de todos nosotros”, el propósito de “Raúl Sendic, el tupamaro. Su pensamiento revolucionario” es dinamizar el debate sobre los temas de fondo (el capital, sus consecuencias sociales, la necesidad de la emancipación social de los oprimidos). Es re-colocar sobre la mesa las cuestiones de estrategia que multipliquen las columnas humanas necesarias para la hora de los hornos y el tránsito al socialismo. El libro pretende ser una especie de abono ideológico y, en este sentido, los blogueros juegan un papel fundamental.

Innegable la importancia de los blogs que circularon la convocatoria y las entrevistas que precedieron a la presentación del “Raúl Sendic”. Agradezco asimismo el fraterno y solidario saludo que nos llegó.

Arriba los que luchan!

Habrá patria para todos o para nadie!

Sin muchas vueltas más, el abrazo más fraterno del

Tambero


LIBROS: "Raúl Sendic, el tupamaro". El legado transformador de un soldado de la revolución



El socialismo como ética para la construcción de la emancipación



Las revoluciones suelen ser las parteras de las  transformaciones históricas y sociales y las cruciales mutaciones  civilizatorias. En "Raúl Sendic: el tupamaro", Jorge Zabalza reexamina  el inapreciable legado ideológico del paradigmático combatiente y lo  extrapola a nuestro presente.



Hugo Acevedo |





                           
                        


Este libro es fruto de un proceso de  reelaboración intelectual con la perspectiva que otorga el transcurso  del tiempo, que liga los aportes teóricos de uno de los más preclaros  pero olvidados referentes de la izquierda uruguaya a la actual coyuntura  política.
Según el autor, "desde la muerte de Raúl Sendic en  1989, los tupamaros han quedado huérfanos de pensamiento  revolucionario". Su reflexión tiene mucho de desencanto, en la medida  que interpreta su postura crítica con el actual posicionamiento de sus  ex compañeros de peripecia y del Frente Amplio, tanto en lo que atañe a  la gestión de gobierno como a la evolución de la interna partidaria.
Zabalza,  que tiene un pasado de lucha armada y cárcel en condiciones  infrahumanas durante la dictadura en situación de rehén, ha publicado  "El miedo a la democracia" (1986), "El tejazo y otras insurrecciones"  (1995) y "La estaca" (1998).
Este, que es su cuarto libro, está  íntegramente dedicado a analizar las ideas de Raúl Sendic, que, a su  juicio, mantienen plena vigencia en los tiempos contemporáneos.
La  obra se nutre de notas de opinión del evocado en publicaciones del  pasado y el presente, reportajes, documentos y otras no menos  esclarecedoras fuentes de información.
Algunos de los escritos  fueron elaborados por Sendic en situación de reclusión, lo cual  constituye un cabal testimonio de su inclaudicable entereza física,  emocional e intelectual.
El capítulo inicial, que tiene un fuerte  sesgo autobiográfico, se retrotrae a 1989, cuando el autor recibió la  infausta noticia de la enfermedad terminal de Sendic, que estaba siendo  sometido a diversos tratamientos en Francia.
Este relato condensa  la sensación de amargura de Zabalza, por la muerte de quien considera  como el padre de la revolución. Hay una esclarecedora descripción del  velorio y el cortejo fúnebre, que condujo los restos del héroe caído  hacia su última morada.
Renunciando a la tentación de reconstruir  minuciosamente la vida y lucha de Sendic, que ha sido recreada en otros  títulos de la literatura testimonial, el narrador concentra  particularmente su atención en algunos acontecimientos clave de su  peripecia vital.
En ese contexto, el ensayista se aventura en ese  rico y vasto territorio que es, sin dudas, el periplo de Sendic: su  crucial aporte a las epopeyas obreras, su prematura defensa de los  peones rurales inmoralmente explotados por el latifundio, su fundamental  participación en la fundación del Movimiento de Liberación Nacional, su  prisión y su indomeñable ética revolucionaria.
En el capítulo 2,  Jorge Zabalza apunta todas sus baterías críticas contra el sistema  hegemónico, ensayando una suerte de revisionismo histórico que es  ciertamente muy compartible.
El escritor demuele mitos largamente  arraigados en el imaginario colectivo, al afirmar que nuestro país es un  invento del imperialismo inglés, en connivencia con la oligarquía  nativa.
Este modelo de dominación, que fue fruto de la traición y  de espurias conspiraciones, barrió literalmente el proyecto político de  José Artigas y fue precisamente engendrado por sus enemigos.
El  analista alude al desmantelamiento del Reglamento de Tierras artiguista  de 1815, que institucionalizó la oligopólica concentración de la  propiedad y el latifundio, devenido, con el tiempo, en un auténtico  flagelo y en responsable del estancamiento del agro.
Lamentablemente,  este statu quo regresivo, concentrador y especulador se mantiene hasta  el presente, con el agravante del creciente proceso de extranjerización.
Zabalza  denuncia los privilegios de un grupo de familias que detentan  virtualmente la propiedad de la economía de nuestro Uruguay, tanto de la  producción agropecuaria como de la industria, el comercio y el sector  financiero. Coincidentemente, los nombres de esos patricios trascienden a  las generaciones.
El autor extrapola sus reflexiones sobre el  sistema acumulador y excluyente con la lucha de los sindicatos de peones  rurales, a cuya concientización contribuyó precisamente Raúl Sendic.
Obviamente,  el ejemplo más explícito fueron los cañeros de Bella Unión, que, en la  década del sesenta, protagonizaron las recordadas marchas en reclamo de  su legítimo derecho a la tierra. Los heroicos "peludos" fueron  violentamente reprimidos por un aparato estatal funcional a la clase  dominante.
Con oportunos apuntes que aterrizan estos cruciales  temas en el presente, Jorge Zabalza reexamina la propuesta de reforma  agraria promovida por Raúl Sendic, que proponía diversas herramientas  para socializar la tenencia de la tierra, radicar a la población en el  campo, fundar cooperativas con auspicio estatal y construir un modelo  productivo con y para el pueblo.
Con permanentes referencias al  ideario del guerrillero evocado y al Plan por la Tierra y contra la  Pobreza, Zabalza fustiga ácidamente al "capital pirata" que se apropia  de las riquezas y del producto del trabajo de todos los uruguayos y  condena a vastos sectores de la población a vegetar amargamente en la  periferia del sistema.
Empero, el autor no se limita a reexaminar  el legado de Sendic en materia de políticas agrarias. También alude a su  proyecto de estatización de la banca para recuperar el ahorro nacional,  a la necesidad de fiscalizar el comercio exterior, al repudio a la  inmoral deuda externa y al control y rebaja de los precios de la canasta  básica, compensada con la suba de los artículos suntuarios.
En  este libro, Zabalza recupera la materia teórica de la ética  revolucionaria, como sustrato de los radicales cambios que viabilicen la  emancipación nacional y la construcción del socialismo.
Abrevando  de los textos del propio Sendic y hasta de aportes de Ernesto "Che"  Guevara, el autor ensaya una nueva relectura del socialismo de  extracción marxista adecuado al presente, sugiriendo que, para operar  los cambios, debe imperar una nueva moral.
La propuesta se  desmarca claramente del denominado socialismo real, que fracasó en  Europa Oriental por promover una fuerte concentración del poder y  vaciarse de contenido revolucionario.
El libro recuerda  naturalmente la propuesta de conformación de un Frente Grande anunciada  por Raúl Sendic durante el histórico acto del estadio Luis Franzini.  Allí quedó plasmado el ideario de un ex guerrillero y preso político,  que dejó atrás la pesadilla de la reclusión y la tortura, para ­ya en  libertad- reasumir sus responsabilidades de combatiente por una sociedad  más justa e incluyente.
Su novedoso proyecto comprendía varios  niveles de alianzas políticas y sociales que encolumnaran a todos los  sectores que aspiraran a grandes transformaciones estructurales, para  luchar contra el capitalismo concentrador, extranjerizante y funcional  al imperialismo hegemónico.
En el epílogo, el trabajo incluye una  completa nómina de los guerrilleros tupamaros caídos en la lucha contra  el autoritarismo liberticida, que incluye desaparecidos y asesinados,  tanto en nuestro Uruguay como en la Argentina.
Este libro  reivindica el ideario de una de las figuras más significativas de la  izquierda nacional, cuyo aporte teórico debería ser reanalizado a la luz  de los nuevos desafíos contemporáneos.
"Raúl Sendic: el tupamaro"  recupera la memoria viva de una de las figuras emblemáticas de la  escena política nacional del último medio siglo, cuya ética  revolucionaria y épica combativa pervive en el imaginario de quienes  sueñan con un modelo de convivencia más justo, incluyente y superador de  las crónicas asimetrías del capitalismo concentrador.
(Letraeñe Ediciones)

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